La jefa de Estado llevó realizó visitas oficiales a México e Italia. En ambos casos se intentó atraer inversores al país y potenciar el comercio. Además, en suelo italiano, se relanzó la relación bilateral.
Por David Garcia | Desde la Redacción de APAS
04|06|2011
La presidenta Cristina Fernández emprendió una gira que comprendió a México e Italia. Junto a la mandataria viajaron el canciller Héctor Timerman; y los ministros de Planificación, Julio De Vido; el de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao; y el de Agricultura, Julián Domínguez.
Además, la comitiva estuvo integrada por cincuenta empresarios de pequeñas y medianas empresas, así como los principales representantes de grandes firmas, comoSergio Inaudi (Techint), Eduardo Eurnekian (Aeropuertos Argentina 2000), Luis Cirigliano (Grupo Plaza) y José María Hidalgo (Endesa).
Mientras que la visita al Distrito Federal correspondió, principalmente, a la rubrica dediez acuerdos que fueron consensuados por sus ministros, el viaje a Italia respondió a la necesidad de limar las asperezas provocadas por lo que se conoció como “la crisis de los bonistas”.
Durante el primer día en tierra azteca, la presidenta acudió a una cena organizada por Carlos Slim, dueño de las compañías Telmex y Claro, y a la que asistieron importantes empresarios mexicanos con intereses en América Latina.
Slim confirmó, ante Cristina Fernández, su decisión de invertir 1.300 millones de dólares en tres años. Sobre la situación económica de Argentina, el empresario mexicano señaló:“Hoy, Argentina crece a tasas que nos dan envidia”.
El 30 de mayo, la mandataria fue recibida por su par mexicano, Felipe Calderón, en la residencia oficial de Los Pinos. En su primer discurso, la mandataria afirmó: “El gran desafío de la generación del Bicentenario es el combate contra la desigualdad”.
Entre los acuerdos firmados por Fernández y Calderón se destacan el reconocimiento decertificados de educación superior, un convenio de cooperación minera y otro en ganadería, pesca y agricultura.
En el campo de la ciencia se acordó la creación de de un centro virtual de biotecnología y otro de nanociencia y nanotecnología, cuyo fin será promover el trabajo conjunto de investigadores de los dos países.
Al respecto, el Ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, expresó que “La idea es promover un trabajo conjunto de investigación entre ambos países y que estos conocimientos sirvan para mejorar la competitividad de las empresas”.
Además los mandatarios rubricaron un tratado de extradición, al que el presidente mexicano consideró de gran importancia. Felipe Calderón enfatizó que este convenio permitirá, tanto a Argentina como a México, “avanzar en el combate del crimen organizado internacional”.
Por último los cancilleres de Argentina, Héctor Timerman; y México, Bruno Ferrari, suscribieron un Memorando de Entendimiento sobre Cooperación en la Promoción de las Inversiones Bilaterales.
En los últimos diez años el intercambio comercial entre los dos países aumentó el 230 por ciento. Pero mientras que entre los años 2001 y 2007 Argentina tuvo superávit en el comercio bilateral, en los últimos tres años la balanza comercial arrojó un saldo deficitario que alcanzó en 2010 un rojo de 600 millones de dólares.
Recomponiendo relaciones
Durante el primer día de actividades en Italia, Cristina Fernández se reunió, en primer lugar, con el presidente Giorgio Napolitano, y posteriormente con el primer ministro Silvio Berlusconi.
Al concluir los encuentros, la jefa de Estado anunció que “estamos, en hora buena, ante un relanzamiento de las relaciones entre Argentina e Italia” . Y agregó: “El default de la deuda en 2001 nos hizo caer en nuestra relación con Italia y del mundo”.
Cuando en 2001 Argentina entró en default, la cesación de pagos no solo recayó sobre organismos internacionales como el FMI o el Club de París, sino que también lo hizo sobre tenedores de bonos de deuda argentina.
De los cerca de 400 mil italianos tenedores de bonos, unos 20 mil decidieron no ingresar en ninguno de las dos renegociaciones de deuda que llevó adelante el gobierno argentino en los últimos ocho años.
Como consecuencia de esto, las relaciones bilaterales sufrieron un profundo desgaste que originaron que durante nueve años no existiera un encuentro formal entre un presidente argentino con autoridades italianas.
Pero el interés de llegar a un entendimiento con los bonistas italianos también se relaciona con la intención de reingresar nuevamente al Club de París, ya que Japón y Alemania, dos miembros del Club, pretenden incluir en la deuda que Argentina mantiene con este organismo a los bonistas que no entraron en el canje de deuda.
La mandataria también encabezó en Roma un seminario de negocios, en el marco de la misión comercial de 120 empresarios argentinos que la acompañaron a Italia. Allí, la presidenta alentó a los empresarios italianos a que apuesten por la Argentina, ya que “es un buen lugar para invertir”.
En un año electoral en Argentina, y mientras los grupos políticos y mediáticos opositores destacan que el país se encuentra aislado del mundo, Cristina Fernández continúa estrechando lazos de cooperación a lo largo y ancho del planeta.
Además, la comitiva estuvo integrada por cincuenta empresarios de pequeñas y medianas empresas, así como los principales representantes de grandes firmas, comoSergio Inaudi (Techint), Eduardo Eurnekian (Aeropuertos Argentina 2000), Luis Cirigliano (Grupo Plaza) y José María Hidalgo (Endesa).
Mientras que la visita al Distrito Federal correspondió, principalmente, a la rubrica dediez acuerdos que fueron consensuados por sus ministros, el viaje a Italia respondió a la necesidad de limar las asperezas provocadas por lo que se conoció como “la crisis de los bonistas”.
Durante el primer día en tierra azteca, la presidenta acudió a una cena organizada por Carlos Slim, dueño de las compañías Telmex y Claro, y a la que asistieron importantes empresarios mexicanos con intereses en América Latina.
Slim confirmó, ante Cristina Fernández, su decisión de invertir 1.300 millones de dólares en tres años. Sobre la situación económica de Argentina, el empresario mexicano señaló:“Hoy, Argentina crece a tasas que nos dan envidia”.
El 30 de mayo, la mandataria fue recibida por su par mexicano, Felipe Calderón, en la residencia oficial de Los Pinos. En su primer discurso, la mandataria afirmó: “El gran desafío de la generación del Bicentenario es el combate contra la desigualdad”.
Entre los acuerdos firmados por Fernández y Calderón se destacan el reconocimiento decertificados de educación superior, un convenio de cooperación minera y otro en ganadería, pesca y agricultura.
En el campo de la ciencia se acordó la creación de de un centro virtual de biotecnología y otro de nanociencia y nanotecnología, cuyo fin será promover el trabajo conjunto de investigadores de los dos países.
Al respecto, el Ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, expresó que “La idea es promover un trabajo conjunto de investigación entre ambos países y que estos conocimientos sirvan para mejorar la competitividad de las empresas”.
Además los mandatarios rubricaron un tratado de extradición, al que el presidente mexicano consideró de gran importancia. Felipe Calderón enfatizó que este convenio permitirá, tanto a Argentina como a México, “avanzar en el combate del crimen organizado internacional”.
Por último los cancilleres de Argentina, Héctor Timerman; y México, Bruno Ferrari, suscribieron un Memorando de Entendimiento sobre Cooperación en la Promoción de las Inversiones Bilaterales.
En los últimos diez años el intercambio comercial entre los dos países aumentó el 230 por ciento. Pero mientras que entre los años 2001 y 2007 Argentina tuvo superávit en el comercio bilateral, en los últimos tres años la balanza comercial arrojó un saldo deficitario que alcanzó en 2010 un rojo de 600 millones de dólares.
Recomponiendo relaciones
Durante el primer día de actividades en Italia, Cristina Fernández se reunió, en primer lugar, con el presidente Giorgio Napolitano, y posteriormente con el primer ministro Silvio Berlusconi.
Al concluir los encuentros, la jefa de Estado anunció que “estamos, en hora buena, ante un relanzamiento de las relaciones entre Argentina e Italia” . Y agregó: “El default de la deuda en 2001 nos hizo caer en nuestra relación con Italia y del mundo”.
Cuando en 2001 Argentina entró en default, la cesación de pagos no solo recayó sobre organismos internacionales como el FMI o el Club de París, sino que también lo hizo sobre tenedores de bonos de deuda argentina.
De los cerca de 400 mil italianos tenedores de bonos, unos 20 mil decidieron no ingresar en ninguno de las dos renegociaciones de deuda que llevó adelante el gobierno argentino en los últimos ocho años.
Como consecuencia de esto, las relaciones bilaterales sufrieron un profundo desgaste que originaron que durante nueve años no existiera un encuentro formal entre un presidente argentino con autoridades italianas.
Pero el interés de llegar a un entendimiento con los bonistas italianos también se relaciona con la intención de reingresar nuevamente al Club de París, ya que Japón y Alemania, dos miembros del Club, pretenden incluir en la deuda que Argentina mantiene con este organismo a los bonistas que no entraron en el canje de deuda.
La mandataria también encabezó en Roma un seminario de negocios, en el marco de la misión comercial de 120 empresarios argentinos que la acompañaron a Italia. Allí, la presidenta alentó a los empresarios italianos a que apuesten por la Argentina, ya que “es un buen lugar para invertir”.
En un año electoral en Argentina, y mientras los grupos políticos y mediáticos opositores destacan que el país se encuentra aislado del mundo, Cristina Fernández continúa estrechando lazos de cooperación a lo largo y ancho del planeta.
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