sábado 26 de noviembre de 2011
enlace a "http://pajarosalinas.blogspot.com/" que publicó esta nota , ver mas allí
Y ya que estamos criticando a obsecuentes: Me llega un comentario del compañero Omar Bojos, gracias al cual entro por primera vez a su blog, Omixmoron, y a partir de éste llego a otro blog hasta ahora desconocido para mi, cuyo editor es el compañero Federico Vázquez y que lleva el nombre de un tangazo, Acquaforte. Leo en él un artículo muy interesantesobre las rispideces entre Cristina y la CGT.
Sólo quiero agregar que entiendo que Cristina estè furiosa con la CGT a causa, entre otras cosas, del amague de lanzar un paro nacional por motivos espúreos en marzo pasado. Pero discrepo rotundamente con ella cuando dice que no impulsara una ley que reglamente la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas. Esa participación (que es aplicada voluntariamente por algunas grandes empresas, por ejemplo, la Firestone) estaba ordenada taxativamente en la Constitución Nacional de 1949 (que fue dejada sin efecto por un simple bando militar) y lo siguió estando por el artículo 14 bis de la sancionada en 1957 por la Fusiladora. Fue una imposición de socialistas y comunistas para preservar lo mejor de la Carta Magna reformada bajo la inspiración de Arturo Sampay. Dicho de otro modo: hace 62 años que la Constitución ordena dicha participación sin que se efectivice, con lo cual los gobiernos nacionales, incluyendo el actual, se encuentran en una situación de franca rebeldía, de incumplimiento de nuestra Ley de Leyes.
Cristina tiene que obedecer a la Constitución. O, de lo contrario, llamar a una asamblea constitucional que la reforme (a mi me gustaría que restituyese la propiedad nacional de los recursos del subsuelo y también que permitiera la reelección indefinida de los presidentes que cuentan con el apoyo popular) pero hasta tanto no lo haga, no tiene más que cumplir con la Constitución.
Claro que cabe la pequeña posibililidad de que Cristina haya querido reforzar las negociaciones paritarias, incluyendo los porcentajes de las ganancias que le tocan a los trabajadores, dando por tácitamente sentado que les corresponden. En este caso alguién debería aclararlo.
Sólo quiero agregar que entiendo que Cristina estè furiosa con la CGT a causa, entre otras cosas, del amague de lanzar un paro nacional por motivos espúreos en marzo pasado. Pero discrepo rotundamente con ella cuando dice que no impulsara una ley que reglamente la participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas. Esa participación (que es aplicada voluntariamente por algunas grandes empresas, por ejemplo, la Firestone) estaba ordenada taxativamente en la Constitución Nacional de 1949 (que fue dejada sin efecto por un simple bando militar) y lo siguió estando por el artículo 14 bis de la sancionada en 1957 por la Fusiladora. Fue una imposición de socialistas y comunistas para preservar lo mejor de la Carta Magna reformada bajo la inspiración de Arturo Sampay. Dicho de otro modo: hace 62 años que la Constitución ordena dicha participación sin que se efectivice, con lo cual los gobiernos nacionales, incluyendo el actual, se encuentran en una situación de franca rebeldía, de incumplimiento de nuestra Ley de Leyes.
Cristina tiene que obedecer a la Constitución. O, de lo contrario, llamar a una asamblea constitucional que la reforme (a mi me gustaría que restituyese la propiedad nacional de los recursos del subsuelo y también que permitiera la reelección indefinida de los presidentes que cuentan con el apoyo popular) pero hasta tanto no lo haga, no tiene más que cumplir con la Constitución.
Claro que cabe la pequeña posibililidad de que Cristina haya querido reforzar las negociaciones paritarias, incluyendo los porcentajes de las ganancias que le tocan a los trabajadores, dando por tácitamente sentado que les corresponden. En este caso alguién debería aclararlo.
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