Argentina desarrolló el primer equipo para realizar mediciones de compatibilidad electromagnética en Sudamérica, lo que permitirá un avance tecnológico beneficioso en distintas ramas de la industria como las telecomunicaciones, automotriz, aviones y trenes.
Se trata de una cámara reverberante electromagnética, que se utiliza para realizar mediciones de compatibilidad electromagnética entre equipos y aparatos eléctricos o electrónicos, que en la actualidad tan solo se realiza en el exterior.
El proyecto fue desarrollado por el Centro Argentino de Estudios de Radiocomunicaciones y Compatibilidad Electromagnética (CAERCEM) del Departamento de Ingeniería Electrónica del ITBA, con el apoyo del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y Universidades del Reino de los Países Bajos.
De este modo, será posible certificar en el país la convivencia de los equipos o aparatos funcionando al mismo tiempo sin que se produzcan interferencias.
Industrias vinculadas a la computación, a la telefonía celular, a las telecomunicaciones, la industria automotriz, de aviones y trenes se verán beneficiadas por esta iniciativa que permitirá asegurar el funcionamiento de sus dispositivos y equipos.
"El diseño y la construcción de esta cámara reverberante VIRC representa un gran avance tecnológico para el país ya que es la primera y única existente en Sudamérica", destacó Roxana Saint-Nom, directora del Departamento de Ingeniería Electrónica del ITBA y miembro del CAERCEM.
Desde el ITBA señalaron que "con el avance de la tecnología, cada vez existen más equipos y sistemas que conviven e interactúan entre sí y que comparten un mismo ambiente en donde se pueden generar interferencias, malos funcionamientos, interrupciones y hasta daños en los mismos equipos".
Ramiro Serra, ingeniero electrónico argentino que reside actualmente en los Países Bajos donde es docente investigador en la Eindhoven University, viajó a la Argentina para coordinar la construcción y puesta en marcha de la cámara.
En diálogo con Télam, Serra explicó que "una empresa que fabrica fármacos, antes de venderlos tiene que certificar y cumplir con normativas; la compatibilidad electromagnética es algo similar, sólo que no toca la salud, pero toca la `salud` del espectro electromagnético, que para los países desarrollados es un bien en sí mismo".
La mayoría de los países con altos estándares de desarrollo y cuidado del medioambiente existen leyes que regulan los niveles de carga electromagnética de los productos. Esto obliga a las empresas a someter a los productos a una seria de controles para certificar su compatibilidad.
En Argentina no existe esta ley, pero en los casos de empresas que exportan a países que requieren esta certificación no cuentan con un laboratorio que concentre todos los controles necesarios, sino que deben realizar algunas pruebas en institutos nacionales, otra parte se realizan en Brasil o mandar los productos a Europa para una revisión completa que demora una semana.
Habitualmente, según detalló Serra, la medición de compatibilidad electromagnética representa un 5 por ciento del costo de desarrollo del producto, y la necesidad de realizar los estudios en el exterior los encarece, además de extender los plazos para las empresas.
Asimismo, si el producto no aprueba esa primera medición por algún defecto de diseño, ese costo se duplica porque debe volver a pasar por todo el proceso, hasta lograr la certificación y llegar a la etapa de comercialización.
A modo de ejemplo recordó lo que pasó a nivel internacional con el automóvil Toyota Prius, que por un defecto de interferencia electromagnética ante ciertos estímulos se aceleraba solo, y debió ser retirado del mercado para su revisión.
"La medición es un beneficio para las empresas porque si fabrican un equipo saben que no va a interferir con otros y el cliente va a estar satisfecho", dijo Serra.
La cámara que se instaló en Argentina costó un total equivalente a los 30 mil euros entre los distintos aportes que realizaron el Itba, el Ministerio de Ciencias y Tecnología y las universidades holandesas Twente y Eindhoven.
El ingeniero estimó que a partir de junio de 2012, luego de conseguir las acreditaciones necesarias y completar con equipos accesorios, el ITBA empezará ofrecer el servicio de medición de compatibilidad electromagnética y brindar la certificación para las industrias que lo requieran.
El especialista consideró de "interés" que se desarrolle a nivel local una legislación que verse sobre la materia, de manera de evitar el ingreso al país de productos que son descaratos en Europa y EEUU por estas cuestiones.
"Esto genera problemas para la Argentina; en muchos casos un artefacto simple como un secador de pelos es capaz de interferir en una señal de radio, el arranque de una heladera sobre la televisión, y así varios casos que la gente lo puede ver que un aparato invade otro. Hoy es un caos, no solo aquí sino en otros países y habría que empezar a normalizar los productos", concluyó Serra.
- Télam
No hay comentarios:
Publicar un comentario