Investigadores del Centro Médico de la Universidad de Columbia (CUMC, por sus siglas en inglés) han desarrollado una técnica que impulsa el crecimiento del cabello humano. Aseguran que este nuevo método de regeneración capilar marcará un antes y un después en el modo en que se tratan los problemas de calvicie y caída del cabello.
Esta solución para la alopecia representa un abordaje diferente a los que se utilizan en la actualidad, donde se tiende a redistribuir el cabello de un lugar del cuero cabelludo hacia otro: los métodos que actualmente llevan adelante centros como Hair Recoveryg(21332136)a(2327312))
son una efectiva forma de tratar la calvicie, aunque en estados extremos, es decir, muy avanzados, el paciente podría no tener el cabello suficiente para cubrir las áreas necesarias.
Los hallazgos del equipo de investigadores estadounidenses, que fueron publicados en la edición online deProceedings of the National Academy of Sciences (PNAS), permiten pensar en un tratamiento que brindaría resultados satisfactorios incluso en casos de calvicie extrema, tanto en hombres como mujeres, ya que ofrece la posibilidad de inducir el crecimiento de un gran número de folículos pilosos y rejuvenecer los folículos preexistentes. Esto se logra con células desarrolladas a partir de unos cientos de pelos del donante.
Mujeres que sufren de caída de cabello, individuos que padecen alopecia cicatricial o que han perdido su cabello a raíz de quemaduras o lesiones, podrían encontrar en esta nueva técnica importantes beneficios.
¿Cómo funciona?
Según explicaron los investigadores, las células de la papila dérmica dan lugar a los folículos pilosos. Esto, que se sabe desde hace décadas, permitió dar un paso imprescindible en el desarrollo de una solución para la calvicie: los científicos habrían logrado no sólo expandir el número lo suficientemente grande de células para la regeneración del cabello, sino que además éstas conservan sus propiedades para generar nuevo pelo, algo que no se había logrado hasta el momento.
Para ello realizaron estudios con pelo de roedores, ya que permite recoger fácilmente papilas. Posteriormente se cultivaron y se trasplantaron exitosamente. Al analizar los resultados positivos, los científicos se dieron a la tarea de identificar por qué en roedores la teoría funcionaba y no así en seres humanos. Observaron que las papilas dérmicas de los animales, a diferencia de las de los seres humanos, tienden a generar de forma espontánea ciertos agregados en el cultivo. Con esta premisa, los expertos pensaron que la clave estaba en cultivar las papilas humanas de forma tal que se promoviera una agregación similar a la que se identificó en roedores. Así lograron que las papilas interactúen y liberen señales que son las que reprograman el crecimiento de nuevos folículos.
Para poner a prueba su hipótesis, los investigadores tomaron papilas dérmicas de siete donantes humanos y clonaron y cultivaron las células en un cultivo de tejidos. A los pocos días, trasplantaron las papilas cultivadas entre la dermis y la epidermis de piel humana que se había injertado en la espalda de ratones. Los resultados fueron sorprendentes: en cinco de las siete pruebas, los trasplantes impulsaron el crecimiento del cabello.
Los especialistas a cargo del estudio señalaron que este nuevo método tiene el potencial de hacer crecer nuevos folículos utilizando las propias células de la persona, ampliando así la gran utilidad de la cirugía de restauración capilar.
Sin embargo aclararon que es necesario llevar adelante nuevas investigaciones para realmente confirmar si la técnica puede llevarse a la clínica.
Sin embargo aclararon que es necesario llevar adelante nuevas investigaciones para realmente confirmar si la técnica puede llevarse a la clínica.
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