domingo, 30 de marzo de 2014
MONSANTO. Cuando la avaricia rompe el saco. Proliferarán los insectos mutantes. La toxina Bt y el glifosato destruyen las tripas.
Por Montserrat Mestre
Los expertos señalan que la toxina Bt y el glifosato sobreviven al proceso de la digestión y causan graves daños al pasar al intestino. La toxina Bt está presente en cada grano de maíz y conserva su poder de perforar incluso células humanas.
Los científicos lo advirtieron y al fin ha sucedido: los insectos han
desarrollado resistencia a las toxinas que llevan incorporadas los cultivos
transgénicos diseñados para terminar con ellos.
El principal perjudicado es el maíz Bt que lleva incorporado el gen de una
bacteria que segrega toxinas letales para dos plagas del maíz. Así lo ha
comprobado un estudio de la Universidad estatal de Iowa financiado por Monsanto
y el Departamento de Agricultura de los EEUU.
Las soluciones que proponen los investigadores no son del agrado de la industria: que las plantaciones de transgénicos deben ser compartidas al 50% con cultivos normales para evitar que prospere el insecto resistente. Hace una década que las compañías se vienen negando a seguir este sistema porque significa reducir el negocio.
Las soluciones que proponen los investigadores no son del agrado de la industria: que las plantaciones de transgénicos deben ser compartidas al 50% con cultivos normales para evitar que prospere el insecto resistente. Hace una década que las compañías se vienen negando a seguir este sistema porque significa reducir el negocio.
Los investigadores advierten que muchos agricultores seguirán plantando
maíz transgénico y tendrán que utilizar pesticidas para combatir a las plagas
que se han hecho inmunes, con lo cual la industria del transgénico se habrá
pegado un tiro en el pie.
Cabe recordar, además, que la toxina Bt presente en el máiz transgénico es
considerada responsable de causar problemas de salud en 18 millones de
estadounidenses. Un estudio reciente del Instituto de Tecnología Responsable (http://www.responsibletechnology.org) en el que confluyeron
datos del Departamento de Agricultura de EEUU y de la Agencia de Protección
Ambiental, concluyó que produce daños de 5 tipos en el aparato digestivo
humano:cambios en la permeabilidad intestinal, en la flora bacteriana,
activación inmune y respuesta alérgica y daños en la pared intestinal. Estas
alteraciones serían las causantes de los trastornos intestinales que se han
disparado en los últimos años en los EEUU, como la alergia al gluten, la
enfermedad celíaca y distintas enfermedades inflamatorias
intestinales.
Los expertos señalan que la toxina Bt y el glifosato sobreviven al proceso de la digestión y causan graves daños al pasar al intestino. La toxina Bt está presente en cada grano de maíz y conserva su poder de perforar incluso células humanas.
El maíz transgénico empieza a perder batallas contra los insectos
El científico Aaron
Gassmann documenta en EEUU cómo un coleóptero que causa plagas ya ha
evolucionado para ser resistente a dos toxinas del maíz transgénico diseñado
para matarle
No hay comentarios:
Publicar un comentario