11 de Abril de 2015
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http://tiempo.infonews.com/nota/149803/crisis-fin-de-ciclo-y-nuevas-inversiones-k-en-argentina-contradicciones-del-relato-opositor
Lo leímos esta semana, escrito por los mismos medios hegemónicos que también pintan un país al borde del colapso, aunque en la misma edición publican varias páginas de avisos de shoppings, supermercados y cadenas de venta de electrodomésticos con cientos de ofertas y pagos en 12 cuotas.
Es decir, venden el relato y cobran los avisos de sus auspiciantes, todo por el mismo precio. Pero es difícil tapar todo el tiempo la realidad, si la misma se empeña salir a luz. Veamos un ejemplo.
En febrero de este año, la Ministra de Industria, Débora Giorgi se reunió en México con directivos regionales de la automotriz Nissan. Ningún diario ni medio de comunicación masivo rescató la noticia, ocupados durante esos días sólo por operar la marcha opositora del 18F.
De aquella reunión daba cuenta la agencia nacional de noticias Télam y especificaba que del diálogo mantenido, se abría la posibilidad de un acuerdo entre Renault Argentina y la firma japonesa para “impulsar la fabricación de un nuevo modelo de pick up”, una camioneta que en la actualidad se importa desde su planta mexicana.
Aquel diálogo en tierras aztecas, tuvo su correlato esta semana en el anuncio de la inversión de Nissan por U$S 600 millones.
Cabe puntualizar que aún con los problemas de baja integración nacional que tiene nuestra industria automotriz y de cómo padecieron (y padecen) las firmas autopartistas locales esta situación, el sector tiene una larga y rica historia en el país y es uno de los principales actores de la innovación tecnológica, eventos que se dan a lo largo de toda la cadena productiva, la que cuenta además con la contratación de mano de obra calificada en altas proporciones, como sucede en contados sectores industriales.
Argentina es uno de los pocos países que fabrican autos en el mundo, ocupando el lugar 18º durante el año 2013, razón por la cual, cuidar la industria y alentar la integración de valor agregado nacional debe ser el camino antes que desguazarla, como pontifican muchos sectores neoliberales.
Respecto a los números de la industria, metidos en el debate sobre los logros que dejan estos 12 años de kirchnerismo explícito, resalta que durante los años 2002 y 2003 se produjeron 82.300 y 155.000 autos, respectivamente; mientras que en 2011 se logró el record histórico de producción con 828.000 coches.
En este sentido, la supuesta “crisis automotriz” del 2014, evaluada en términos históricos, nos encuentra produciendo 617.000 autos, es decir un 400% más que el 2003, con el correlato positivo en término de empleo e inversiones como hacía décadas no se veía en el país.
No caben dudas que en todos estos años debió haber algún que otro argentino que compró autos nacionales, verificando que el país ya no es más el del 2002/2003, aunque las crónicas de los medios concentrados y sus voceros, la oposición política, suelan no reconocerlo o directamente ocultarlo.
Contradictoriamente, según el mismo tirador de pálidas serial, Clarín (8/4/2015) “más de la mitad de los autos que circulan en la Argentina tienen menos de 10 años.
Según un trabajo que hizo AFAC, la cámara de autopartistas, el 54,5% de los 11.520.380 coches, utilitarios y camiones que circulan por el país es posterior a 2005.
Los autos de hasta 20 años, pasaron de 8,8 millones en 2013 a 9,1 millones el año pasado. O sea, que hay unos 2,4 millones de autos que tienen más de 20 años”.
Con esta cantidad de vehículos, la Argentina es el país de la región con más habitantes por vehículo: 3,8 personas por auto, convirtiéndolo en un mercado muy apetecible para abastecer.
Por lo tanto, para Clarín habría (¡y dale con el condicional!) más de 11 millones de autos “K”. Pero no sólo se trata de una importante inversión y de la instalación de una nueva terminal automotriz en el país, sino que se esperan mas inversiones para consolidar un “clúster” de pick up en el país.
En palabras de José Luis Valls, el argentino que es chairman de Nissan América Latina, con responsabilidad sobre los 38 países que comprenden la región, “se está formando un “clúster” de producción de pick ups y podemos llegar a conformar un nodo de exportación de este segmento para la región y el mundo”.
La palabra clúster la puso de moda en los noventa Michael Porter, un profesor de Harvard especialista en estrategia empresarial –muy funcional al Consenso de Washington- y se refiere a que aglomeraciones/concentraciones territoriales de firmas del mismo sector o con proveedores comunes, suelen ser más eficientes cuando se complementan y cooperan entre ellas, que si compiten.
En el caso argentino este proyecto permitirá desarrollar en los próximos años tres nuevos modelos para las marcas Nissan, Renault y Mercedes Benz, que sumados a la producción de otras 4x4 como los modelo Amarok (VW), Hilux (Toyota) y Ranger (Ford), y la S-10 importada por Chevrolet, constituyen este “clúster” especializado en pick up.
La bibliografía sobredesarrollo industrial deja claro que las empresas podrían fácilmente compartir proveedores y, en este sentido, la inversión de Nissan es novedosa ya que comenzará a ejecutarse de inmediato y estará orientada en unos U$S 300 millones a la construcción de la nueva planta para fabricar el modelo Frontier de Nissan en la planta que Renault tiene en Santa Isabel (Córdoba); pero los otros U$S 300 millones se destinarán al desarrollo de proveedores locales, con el objetivo que en 2018, ya la integración de autopartes argentassea del 50%.
Esto consolida e incrementa la participación de las pick up en la fabricación total del sector. En 2009 las pick up y utilitarios representaban el 30% de la producción automotriz, y la proyección para 2017 la ubica en torno al 50%.
Apalancado en esta idea de especialización argentina en pick-up, tiene sentido que se vayan sumando otros modelos producidos en el país y hasta existiría la posibilidad que Chevrolet pueda fabricar su camioneta S 10, que ahora se importa desde Brasil, en nuestro país, para regocijo de todos los hombres de campo que –aun con la baja del precio de la soja- siguen comprando sus 4x4.
Complementariamente, el representante de los empresarios de partes y piezas automotrices cordobés, Esteban Martín, resaltó que genera optimismo que Renault comience a fabricar los modelos Logan y Sendero, que hasta ahora se importaban y agregó que "es importante que se vuelvan a fabricar camionetas, porque la última que se fabricó en Córdoba -hasta 1980- fue el 'Rastrojero diesel'”.
Pero también serán destinatarios de los anuncios, los trabajadores del sector ya que se calcula que en la nueva planta se incorporarán 1000 nuevos trabajadores y otros 2000 lo harán indirectamente en otros eslabones de la cadena como autopartes y logística.
Por su parte, para el Secretario General de SMATA, regional de Córdoba, Omar Dragún, las inversiones anunciadas–sumando la de Nissan y otras de Renault- significarían la creación de cerca de 4.000 puestos de trabajo directos e indirectos en los próximos años.
Retomando la idea de crisis automotriz que nos venden a diario los medios, economistas y empresarios, parece más un relato que una realidad efectiva, más allá de la caída de ventas del 2014 explicada fuertemente por el derrumbe de las exportaciones a Brasil.
¿Qué fue de las suspensiones y despidos seguros que pronosticaban los “especialistas” para fines de 2014? Sólo falta que digan que Nissan, Mercedes Benz y Renault están dirigidas por empresarios K y que sus inversiones son parte de la ruta del dinero K. La otra sería decir la verdad, pero eso, y en año electoral, tiene pinta de quimera.
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