Mauricio Macri ha nombrado a Hernán Lombardi para conducir Radio y televisión Argentina desconociendo que su actual directorio tiene mandato otorgado por el parlamento hasta 2017. Algo similar ocurre con otros directorios, como el de AFSCA, sin ir más lejos. Cuando se definió que los mandatos de estos organismos vayan a contraturno de los presidentes se pensó en ir montando un sistema de medios alejado de los vaivenes político-electorales, pero según lo que se puede observar en estas horas, tanto el presidente electo como el sistema de medios que lo sustenta, están planteando que esos mandatos deben quedar truncos de modo que sea el nuevo gobierno el que nombre a las autoridades en estas y otras áreas.
Como se ve, el respeto a la ley del que tanto alardean cuando son opositores no estaría siendo contemplado cuando se aprestan a asumir su mandato. Dicho de otro modo: cuando la ley no les conviene, se la pasan por el forro. Así como transformaron a Julio Cobos en un demócrata de primer nivel cuando el tránsfuga votó en contra del gobierno al que representaba en el senado, ahora nadie se detendrá en el "pequeño detalle" de que el nuevo presidente está pisoteando la legislación vigente antes de asumir.
Si me pedís opinión te respondo que, dadas las particularidades de nuestra política, entiendo que es de sentido común admitir que el nuevo presidente cuente con una serie de organismos regenteados por gente de su confianza. Lo que se impone, en todo caso, es sincerarnos, bajar algunas caretas y desandar discursos de un institucionalismo meramente formal, al que no dudan en dejar al costado del camino cuando las circunstancias lo requieren.
Es la misma lógica del golpismo: Cuando no lograban instalar gobiernos afines, proscribían al peronismo y sacaban a los radicales de turno, apelando a que esa violación de la ley se justificaba por el estado de descomposición en que se hallaban las instituciones.
La vieja y conocida doble vara: Cuando ellos violan la ley no es un manotazo propio de tiranos sino un esfuerzo más que realizan en nombre de la república