Vistas de página en total

sábado, 26 de diciembre de 2015

Hoy parece claro que Macri nunca quiso cruzarse con Cristina Fernández en el cambio de mando. Quizá es razonable al ver la multitud que la fue a despedir el 9 de diciembre horas antes de que se convierta ella y sus seguidores en calabaza. Ahí puede encontrarse la explicación de los berrinches de chico rico, la “amenaza” de que el presidente de la Corte haría el juego que más le gusta o la consulta a la Justicia para saber cuando terminaba el mandato de CFK. Era la primera pieza de lo que se venía, deskirchnerizar todo lo que se pueda.

enlace a la nota
http://leonardodocabo.blogspot.com.ar/2015/12/15-dias-en-la-era-mm-mucho-miedo.html



Vienen por todo decían y repetían como loros hace unos años. Pero como un espejo que devuelve la peor imagen, ahora  vienen contra todo lo hecho en los últimos años.

La primera señal fue la pantomima por la jura y el traspaso de los atributos de mando que de algo anecdótico  pasó a resignificarse en los días posteriores.

En aquel momento se aseguraba (a través de la cadena instaurada por medios hegemónicos) que la pequeñez,  la testarudez, el orgullo,  el no saber perder de Cristina Fernández habían impedido el acuerdo. Después se recordó la declaración de Mauricio Macri  al salir de la entrevista en Olivos tras su triunfo en el balotaje en la que sostenía que el traspaso iba a ser en el Congreso como correspondía. Allí el ruido se instaló.

Hoy parece claro  que Macri nunca quiso cruzarse con Cristina Fernández en el cambio de mando. Quizá es razonable  al ver la multitud que la fue a despedir el 9 de diciembre horas antes de que se convierta ella y sus seguidores en calabaza.  Ahí puede encontrarse la explicación de los berrinches de chico rico, la “amenaza” de que el presidente de la Corte haría el juego que más le gusta o la consulta a la Justicia para saber cuando terminaba el mandato de CFK. Era la primera pieza de lo que se venía, deskirchnerizar todo lo que se pueda.

El nombramiento en comisión de dos jueces  para la Corte Suprema de Justicia, evitando, al menos hasta que el Congreso entre en sesiones ordinarias, el procedimiento ideado por Néstor  Kirchner (decreto 222/03), que había recibido elogios de propios y extraños, fue otro paso en ese camino.  Los periodistas militantes del macrismo tuvieron que contorsionarse, contorsionar la Constiución y desempolvar antecedentes increíbles e inapropiados  para justificar esa medida. 

El traspaso por decreto de la Afsca y de Aftic de la órbita de la Presidencia a la del Ministerio de Comunicaciones fue el primer paso para golpear duro a la ley de medios. Ley que supera al kirchnerismo pero que lo tiene como actor principal.  

En esos días Oscar Aguad, el titular de la cartera, había anticipado que pronto solucionarían el tema de los directores de ambos organismos que tenían mandato por cumplir y no querían renunciar. Fue interesante la explicación. Dijo que “una ley del Congreso no puede limitar las capacidades que tiene  un presidente de nombrar y remover a los funcionarios públicos”, después agregó que la “regulación de la ley de medios no va a subsistir”.

Dicho y hecho. El miércoles 23 Macri intervino ambos organismos por 180 días y puso como interventores a un militante Pro, Agustín Garzón en Afsca  y a Mario Frigerio, el tío del ministro del interior, en el Aftic.

El 24, el juez Ercolini clausuró el Afsca hasta que se decida la cuestión de fondo.
La justicia tiene la palabra sobre la intervención y el futuro de la ley de medios, pero parece que la balanza ya está inclinada para el lado del PRO- Clarín. Una pena.

República ¿estás ahí?

Mauricio Macri decidió no convocar a sesiones extraordinarias, por lo que va a gobernar, al menos hasta marzo, a través de decretos. 

En los  primeros 14 días de gobierno ya firmó más de 240. Algo así como 18 por día. Y  va a seguir según  confirmó el  ministro de Justicia, Germán  Garavano,  que le dijo a “La Nación” que el gobierno iba a “sacar muchas medidas por decreto”. 

Pero hay más.  Al ser consultado si le parecía bien que se modificaran leyes por decreto, el ministro (se refería principalmente a las de su área de incumbencia) dijo que de algunas leyes había habido una sanción insana porque el kirchnerismo las sacó por mayoría simple y sin consulta y ni consenso. 

Si la memoria no falla esa mayoría el kirchnerismo la logró en las urnas. Si esa forma de legislar es insana y los decretos son la cura. Prefiero estar enfermo.

Se supone que las motivaciones que tuvo el voto a Macri son variadas, pero es difícil creer que la mayoría lo haya hecho confiando en el discurso del respeto por las instituciones. Con solo echar una mirada por su gestión en CABA alcanzaba y sobraba para darse cuenta que el muchacho del Cardenal Newman no es lo que se dice un respetuoso de esas cosas. 

El gobierno por decreto deja en off side a muchos que señalaban, con cara preocupada, al gobierno de CFK y ahora miran para otro lado sin ponerse colorados o amarillos.

Por decreto, también, el presidente modificó  la Oficina Anticorrupción, que ahora se llamará  Secretaría de Ética Pública y eliminó la obligatoriedad de título de abogado para encabezar dicho organismo. 

Decreto a medida de Laura Alonso, en el día de su cumpleaños, que es la elegida por Macri para ese cargo, pero que no cuenta con con ese título. 

La revolución de la alegría usa palos, agua y balas de goma.

La represión a los trabajadores de Cresta Roja que cortaban la autopista Ricchieri fue una muestra de lo que se viene cocinando desde el 10 de diciembre. La idea de realizar un protocolo para las protestas sociales va a venir precedido por este aviso. 

Palos, agua y balas de goma. Apañado por medios de comunicación, contentos porque no van  a tener que cumplir la ley, que no llaman las cosas por su nombre y a donde debía decir represión dicen desalojo y apoyado por una parte de la sociedad que cree que la circulación está por encima de cualquier derecho, incluso el de tener algo para comer, el gobierno de Macri utiliza la táctica del lobo Vandor, golpear y negociar. 

Después de las balas de goma el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, recibió a los trabajadores y les prometió acompañarlos. No se sabe bien a dónde, pero se los prometió. Golpear y negociar no parece una  mala táctica  para un sindicalista pero para un gobierno que debería velar por la integridad de los 40 millones, es temeraria.

A su  vez llamá la atención que la ministra de seguridad,  Patricia  Burlich, no frenara esa represión. Podría ser creíble en su homónima, que siendo ministra de Trabajo del gobierno de la Alianza le descontó el 13% de los salarios a los jubilados y los estatales, pero  no de una figura nueva de un gobierno que viene a hacer las cosas bien..

¿Qué es la misma? ….uf.

Prueba de amor.

La devaluación más anunciada de la historia llegó. Pero no vino sola. Unos días antes se habían quitado la totalidad de las retenciones a los productos de las economías regionales, menos la soja a la que se le redujo un 5%. 

Estas medidas significaron una transferencia de fondos espectacular hacía uno de los sectores más concentrados de la economía. 

Pocos se llevan todo. Unos patriotas que habían guardado los granos en silobolsa esperando este “maná del cielo amarillo” que Mauricio que es Macri les había prometido y asegurado poniendo uno de los suyos en el Ministerio de Agroindustria, Ricardo Buryaile, el hombre que en los tiempos de la 225 quería cerrar el Congreso. 

Como toda medida económica, esta tiene ganadores y perdedores. Los victoriosos son los exportadores que venden en dólares y pagan salarios en pesos. Los perdedores los que tienen/tenemos ingresos fijos. 

Anuncian un acuerdo social para regular precios y salarios. La historia es chucará en esos intentos. La relación entre el ascensor y la escalera es conocida por los que tenemos algunos años. Si todavía no lo vivieron vayan a los libros que no muerden o pregúntenle a su abuelo o familiar de más edad antes que la memoria emotiva los haga entristecer.

Zapato roto.

Estaba claro, pero muchos lo creyeron realmente o se comieron el relato por derecha y por izquierda. No eran lo mismo. 

No defendían los mismos intereses. Los vicios pueden ser parecidos. Sacar ventaja, poner amigos, acomodar los fallos, hacer negocios. Si. Los políticos de carne y hueso tienen las virtudes/errores de cualquier ser humano. Inseguridades, bajezas, valores, ética. Una especia de licuadora en la que entra todo. 

Pero las políticas que llevan adelante pueden ser/son diferentes. Los beneficiarios principales de cada política es la cuestión. 

El modelo anterior beneficiaba a los laburantes para abajo.  

¿Qué a las empresas no le fue mal? 

Es cierto. 

Ahí está lo del famoso círculo virtuoso, que muchos todavía no entienden o porque lo entienden lo desprecian.
 
¿Se la llevaron con pala? 
Puede ser, pero son insaciables,  siempre quieren más, no quieren que los controlen, no quieren la puja distributiva, no quieren oír lo de fifty-fifty. 

Entonces apuestan a uno de ellos, que llena el gabinete de Ceos, que saben los que las grandes empresas necesitan. 

Se tranquilizan. Hablan el mismo idioma. Nada de intervenciones cómo dijo la gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal: “no creemos en esas cosas”. Lo edulcoran con eso de que todos vamos a tener las mismas posibilidades. 

Pero algunos arrancan mejor posicionados que otros.
 
Salvo los 400 pesos extra por única vez  para quienes cobran la jubilación mínima y la AUH no hubo medidas a favor de las clases populares. 

Ya vendrán, dicen. Enero quizá sea el mes. 

Ojalá no sea tarde. Porque muchos pueden darse cuenta que  su brújula interna se había desmagnetizado y marcaba otro norte, el que no le correspondía. 

Se darán cuenta que por omisión o acción beneficiaron a otros. Ojalá que cuando se vean el pie agujereado haya tiempo para curarlo.

Esa mujer.

Primera plana de P/12 del 10/12/15
No pasó nunca. 
Eso es lo novedoso y lo que interroga acerca de lo que viene. La ex presidenta Cristina Fernández fue despedida por una Plaza de Mayo repleta de seguidores (militantes organizados y  de a pie) que horas antes del cambio de gobierno quisieron agradecer por las conquista de los últimos doce años y mostrar pertenencia a una forma de ver el mundo. 

El liderazgo de Cristina es imponente y difícil de soslayar. 

Una parte importante del pueblo, jóvenes y no tanto, se sienten interpelados por ella, se sienten interpretados por ella y por las políticas que ella representa. Inclusión y ampliación de derechos como síntesis de casi todo.
 
El papel que jugará Cristina Fernández en el futuro inmediato es una incógnita. Muchos sostienen que dependerá en gran parte de como le vaya a la gestión de Macri. 

Puede ser, pero parece poco dejar atado a la coyuntura política el rol de una líder de las dimensiones de CFK. De una líder que puede hablar horas ante el silencio de la multitud. De una líder que tiene gestión que mostrar.

Los traidores son necesarios para saber quienes son los leales le dijo CFK al intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi unos días antes de dejar su mandato. Y de a poco  los melones se acomodan en el carro. 

Algunos se despegan, se quieren adueñar del peronismo. Quieren volver al movimiento acomodaticio de otras épocas. 

Quieren quedarse con todo. 

Quieren armar un PJ a su imagen y semejanza. 

Pueden tener los votos, pueden tener el poder, pueden arroparse al calor del gobierno central y desandar el camino que hasta ayer nomas recorrían golpeándose el pecho. 

Es de manual. Lo que no tienen y es lo más difícil de conseguir es el respeto, la admiración, la fidelidad de una parte importante del pueblo que despidió a Cristina entre risas y llantos, entre tristeza y esperanza, con la convicción de que estos años no fueron mentira, que son realidad, que no fueron de generación espontánea. Con la convicción que quien quiera retroceder no la tendrá fácil.

Por ahora la acción trascurre en hechos puntuales que convoca multitudes. 

La charla de Axel Kiciloff en Parque Centenario, las manifestaciones para defender la ley de medios, la asunción de Verónica Magario  en la Matanza o la movida por el fin del programa 6-7-8. 

Quién sintetiza y amalgama todo eso hoy es CFK. 

El futuro dirá si es necesario que deba salir a la cancha para apuntalar nuevos liderazgos  o si estos aparecerán por evolución natural a partir de esa mirada común construida en la última década.
   
La historia continuará...

No hay comentarios:

Publicar un comentario