Por si algo le falta a la precaria Unión para el Desarrollo Social de cara a las elecciones de octubre, ahora la justicia analiza “bajar” la candidatura de José “Pepe” Scioli como primer candidato a senador nacional por la provincia de Buenos Aires, ya que tuvo problemas para acreditar los dos años de residencia en territorio bonaerense, requisito que exige la Constitución para los postulantes a la Cámara alta.
En abril último, Pepe Scioli hizo un cambio de domicilio: de la Ciudad de Buenos Aires a Cañuelas. Esa modificación en su DNI no reúne el requisito de antigüedad para postularse al Senado. El ex secretario general de la Gobernación intentó justificar sus años en el distrito con expensas a su nombre, pero la Justicia no las habría aceptado.
De ser así, se caería la jugada política de Francisco de Narváez para competir conDaniel Scioli, la de poner en el cuarto oscuro (lo que ocurrió con poco éxito en las primarias) un apellido igual al del gobernador.
Claro que la decisión de la justicia tiene un trasfondo político. En el denarvaísmo están convencidos que la objeción judicial fue promovida por el duhaldismo, que apunta a que Hilda “Chiche” Duhalde se quede con la banca del Senado que le corresponde a la primera minoría, descartando ya que el kirchnerismo se quedará con las dos para la mayoría.
Si la candidatura de Pepe no prospera, su lugar en la lista será ocupado por la radical María Teresa Flores, quien estaba segunda en la boleta del 14 de agosto. Un nombre poco relevante para pelear contra la esposa de Eduardo Duhalde.
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