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Por Fernando Amato – Periodista19–10–2011 / El 28 de junio de 2009me tocó cubrir las elecciones legislativas desde el búnker del PROen Costa Salguero.
Recuerdo que cuando comenzaron a difundirse las primeras mesas de la localidad bonaerense de La Matanzatodos nos miramos sorprendidos y una tenue sonrisa comenzó a dibujarse en el rostro de Francisco de Narváez.
Estaba perdiendo por poco y llegaba a sumar el 30% de los votos. Los resultados se repetían a lo largo del segundo cordón del Conurbano y finalmente logró ganar la provincia “por muy poco”.
Durante esos días todos los analistas de los grandes medios hegemónicos hablaron del mensaje de las urnas y explicaron que el pueblo “le había dicho no a un modelo confrontativo de gobierno”.
Néstor Kirchner también decía haber comprendido el mensaje de las urnas.
Y si bien cambió su forma de expresarse en los actos públicos para atenuar “su habitual crispación”, su mayor preocupación estuvo centrada en quela gestión de gobierno llegara a los sectores más necesitados de la sociedad.
Kirchner entendía que había perdido la elección porque las bondades de los números de la macroeconomía no habían llegado a lo profundo del segundo cordón.
A partir de ese momento el gobierno de Cristina Fernández intensificó la obra pública (sobre todo la red pública de agua y cloacas), aparecieron la Asignación Universal por Hijo y su ampliación a las embarazadas, el Plan Conectar Igualdad y más de un millón de netbooks,se intensificó el aumento a los docentes, se aumentó la asignación para el Plan Argentina Trabaja.
Mientras, la oposición se dedicó a señalar tardíamente la ya superada crispación del gobierno y al denuncialismo salvaje.
Frente a un chico que dejó la calle para ir al colegio, al que lo llevan a Tecnópolis con su netbook nueva, que ahora tiene una casa en donde abre la canilla y sale agua caliente, es difícil contraponer una denuncia de Carrió.
Finalmente, en las elecciones primarias, Cristina Fernández llegó al64,87% de los votos en La Matanza; mientras que De Narváez, a duras penas, alcanzaba el 10. A 4 días de las elecciones, esa ventaja parece ampliarse. Pero ya nadie habla del mensaje de las urnas.
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