enlace a la nota:
EL CASO NISMAN NUNCA EXISTIÓ:
La muerte del que fuera un fiscal designado para la investigación del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina, no conforma en sí mismo un caso especial, sino una muerte de características dudosas, que solo tiene dos posibles causas: suicidio o asesinato.
Pero, y siempre hay un pero, causas y efectos se confunden, producto de versiones e injerencias que casi en su totalidad, buscan beneficios que nada tienen que ver con el caso AMIA o con el llegar a la verdad de la muerte de Nisman.
Personajes de la oposición virulenta al gobierno, miembros de estamentos de la administración de justicia, el monopolio económico-mediático clarín, la ex-esposa de la víctima, sectores latentes de los aparatos de "inteligenzia", grupos económico-mediaticos de otros países, lobistas y políticos de otros países, aparatos de "inteligenzia" de EEUU e Israel, y algunos "especialistas" en la opinión pública de arraigo por pantallas de TV y ordenadores, ninguno interesado en la vida o muerte de Nisman, pero todos en busca de su propio beneficio.
¿Un golpe de estado blando?, ¿una forma de intentar ganar elecciones?, ¿El ocultamiento de vínculos y dependencia con servicios secretos extranjeros?, ¿Intento de sostener beneficios económico-mediáticos obtenidos en complicidad con el proceso militar genocida?, ¿avalar objetivos geo-políticos internacionales al estilo de las armas de destrucción masiva de Sadam?, ¿obtener espacio para nombramientos en caso de cambio de gobierno?, ¿ocultamiento de acciones delictivas?, ¿Puja por beneficios económicos de seguros, cuentas en bancos y cajas de seguridad?,¿Posibles herencias?.
Todo ésto, en una batalla que ya no incluye la muerte de Nisman, sino que deja muy atrás la investigación del atentado a la AMIA y su costo de vidas humanas.
Los poco más de dos meses de actitudes intencionadas, absurdas e incluso delictivas que rodean la investigación de esta muerte, parecen la trama de una comedia grotesca, trágicamente colmada de teorías, filtraciones, fotos escandalosas, trabas a peritajes, denuncias apresuradas.
Lo cierto, es que pese a los dichos que se escuchan de preservar la intimidad de la víctima, mientras se hace lo contrario, los datos conocidos acerca de la actividad oficial del fiscal, y de su manejo de las atribuciones con beneficios personales, obligan a incluir en la investigación de su muerte no solo sus vínculos formales, sino todo lo que rodea su vida íntima, dado que de esa vida intima hay quienes salen beneficiados económicamente, en mayor o menor medida de acuerdo a los resultados de las investigaciones.
Y entonces...
¿En que queda el caso AMIA, que después de dos décadas, sigue en la sombra de investigaciones plagadas de desvíos?
Nisman es una persona muerta.
Hay quienes siguen creyendo que todos somos Nisman?
La muerte del que fuera un fiscal designado para la investigación del atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina, no conforma en sí mismo un caso especial, sino una muerte de características dudosas, que solo tiene dos posibles causas: suicidio o asesinato.
Pero, y siempre hay un pero, causas y efectos se confunden, producto de versiones e injerencias que casi en su totalidad, buscan beneficios que nada tienen que ver con el caso AMIA o con el llegar a la verdad de la muerte de Nisman.
Personajes de la oposición virulenta al gobierno, miembros de estamentos de la administración de justicia, el monopolio económico-mediático clarín, la ex-esposa de la víctima, sectores latentes de los aparatos de "inteligenzia", grupos económico-mediaticos de otros países, lobistas y políticos de otros países, aparatos de "inteligenzia" de EEUU e Israel, y algunos "especialistas" en la opinión pública de arraigo por pantallas de TV y ordenadores, ninguno interesado en la vida o muerte de Nisman, pero todos en busca de su propio beneficio.
¿Un golpe de estado blando?, ¿una forma de intentar ganar elecciones?, ¿El ocultamiento de vínculos y dependencia con servicios secretos extranjeros?, ¿Intento de sostener beneficios económico-mediáticos obtenidos en complicidad con el proceso militar genocida?, ¿avalar objetivos geo-políticos internacionales al estilo de las armas de destrucción masiva de Sadam?, ¿obtener espacio para nombramientos en caso de cambio de gobierno?, ¿ocultamiento de acciones delictivas?, ¿Puja por beneficios económicos de seguros, cuentas en bancos y cajas de seguridad?,¿Posibles herencias?.
Todo ésto, en una batalla que ya no incluye la muerte de Nisman, sino que deja muy atrás la investigación del atentado a la AMIA y su costo de vidas humanas.
Los poco más de dos meses de actitudes intencionadas, absurdas e incluso delictivas que rodean la investigación de esta muerte, parecen la trama de una comedia grotesca, trágicamente colmada de teorías, filtraciones, fotos escandalosas, trabas a peritajes, denuncias apresuradas.
Lo cierto, es que pese a los dichos que se escuchan de preservar la intimidad de la víctima, mientras se hace lo contrario, los datos conocidos acerca de la actividad oficial del fiscal, y de su manejo de las atribuciones con beneficios personales, obligan a incluir en la investigación de su muerte no solo sus vínculos formales, sino todo lo que rodea su vida íntima, dado que de esa vida intima hay quienes salen beneficiados económicamente, en mayor o menor medida de acuerdo a los resultados de las investigaciones.
Y entonces...
¿En que queda el caso AMIA, que después de dos décadas, sigue en la sombra de investigaciones plagadas de desvíos?
Nisman es una persona muerta.
Hay quienes siguen creyendo que todos somos Nisman?
Excelente!!!
ResponderEliminar