http://pajarorojo.com.ar/?p=14745
NUEVO BANCO DE CHINA: Ingresan Alemania, Francia e Italia, para desesperación de EEUU.
19/03/2015Economía, Política internacional
En octubre de 2014, 22 países asiáticos firmaron en Pekín el acuerdo para la creación del Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura, cuyo objetivo es financiar proyectos en telecomunicaciones, energía e infraestructura.
La nueva entidad se fundó con un capital inicial de 50.000 millones de dólares, que se elevará a 100.000 millones. China aporta el 50% e India es el segundo aportador de capital. El proyecto planea superar al Banco Asiático de Desarrollo que tiene un capital de 165.000 millones de dólares, 67 estados miembros (48 asiáticos y 19 de otras regiones). El Banco Asiático de Desarrollo fue creado por el Banco Mundial y siempre ha estado gobernado por Japón que es el accionista mayoritario con un 32%, seguido de EEUU con el 25%, lo cual les da mayoría de votos sobre todos los miembros. China que es la primera economía mundial, posee sólo el 7% de los votos.
El lema del Banco Asiático de Inversiones en Infraestructra es “Justicia, equidad y apertura” algo nunca visto en organizaciones como el FMI o Banco Mundial.
El nuevo Banco estima que hasta 2020, la región necesita 290.000 millones de dólares en infraestructura para el proyecto Ruta de la Seda del siglo XXI, más unos 8.000 millones de dólares para proyectos locales. En cambio, el Banco Asiático de Desarrollo dependiente del Banco Mundial, sólo otorga a la región préstamos anuales por 10.000 millones, algo que el nuevo Banco considera insuficiente para el ritmo de crecimiento del área, que necesita casi 6 veces más esa inversión.
Japón, Indonesia, Corea del Sur y Australia no se unieron en el primer momento al nuevo Banco debido a la presión de EEUU, pero a medida que se acerca la fecha límite para incorporarse a la nueva institución -finales de marzo- todos los ellos están reconsiderando su posición.
China va a hacer realidad, que el imperialismo -de momento el económico- era “un tigre de papel”. MM.
La nueva entidad se fundó con un capital inicial de 50.000 millones de dólares, que se elevará a 100.000 millones. China aporta el 50% e India es el segundo aportador de capital. El proyecto planea superar al Banco Asiático de Desarrollo que tiene un capital de 165.000 millones de dólares, 67 estados miembros (48 asiáticos y 19 de otras regiones). El Banco Asiático de Desarrollo fue creado por el Banco Mundial y siempre ha estado gobernado por Japón que es el accionista mayoritario con un 32%, seguido de EEUU con el 25%, lo cual les da mayoría de votos sobre todos los miembros. China que es la primera economía mundial, posee sólo el 7% de los votos.
El lema del Banco Asiático de Inversiones en Infraestructra es “Justicia, equidad y apertura” algo nunca visto en organizaciones como el FMI o Banco Mundial.
El nuevo Banco estima que hasta 2020, la región necesita 290.000 millones de dólares en infraestructura para el proyecto Ruta de la Seda del siglo XXI, más unos 8.000 millones de dólares para proyectos locales. En cambio, el Banco Asiático de Desarrollo dependiente del Banco Mundial, sólo otorga a la región préstamos anuales por 10.000 millones, algo que el nuevo Banco considera insuficiente para el ritmo de crecimiento del área, que necesita casi 6 veces más esa inversión.
Japón, Indonesia, Corea del Sur y Australia no se unieron en el primer momento al nuevo Banco debido a la presión de EEUU, pero a medida que se acerca la fecha límite para incorporarse a la nueva institución -finales de marzo- todos los ellos están reconsiderando su posición.
China va a hacer realidad, que el imperialismo -de momento el económico- era “un tigre de papel”. MM.
Alemania, Francia e Italia dan la espalda a EEUU para unirse al banco de China
Francia, Alemania e Italia se han puesto de acuerdo para unirse al Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura fundado por China, informa el diario The Financial Times. Según el rotativo, la decisión supone “un duro golpe” para Washington, que se esfuerza por mantener a los principales países occidentales fuera de la nueva institución.
El Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura (BAII) se ha convertido en uno de los temas centrales en la creciente competencia entre China y EEUU para determinar quién va a definir las reglas económicas y comerciales en Asia durante las próximas décadas, comenta The Financial Times. Para el periódico, la nueva entidad es “un rival potencial” del Banco Mundial, que tiene su sede en Washington.
La decisión de los Gobiernos europeos es “un revés importante” para la Administración de Obama, destaca el diario. El Departamento del Tesoro de EEUU comunicó el lunes que reconocía la necesidad de aumentar las inversiones en infraestructuras en todo el mundo, pero insistió en que todas las nuevas instituciones deben “incorporar los altos estándares que la comunidad internacional ha construido colectivamente”, y dijo que los nuevos miembros del BAII deberían “presionar para que se adopten” estos estándares, según recoge el rotativo.
Francia, Alemania e Italia anuncian su acción poco después de que el Reino Unido comunicara que se unía al BAII. En el momento de conocerse la decisión del Gobierno británico, los comentarios que llegaron desde Washington dejaron al descubierto su grado de inquietud al respecto. “Somos cautelosos ante la tendencia a permitir que China se sienta demasiado cómoda, pues no es la mejor manera de relacionarse con una potencia emergente”, dijo a The Financial Times un alto funcionario de la Administración estadounidense cuyo nombre no se revela.
Según los datos del diario, Australia, que había optado por mantenerse fuera del nuevo banco bajo la presión de EEUU, también ha anunciado que revisará su postura. La agencia surcoreana Yonhap informa, a su vez, que Seúl tiene planeado decidir si se une o no al BAII antes de finales de marzo, el límite establecido por Pekín.
La historia del banco, que fue puesto en marcha el pasado octubre con un acuerdo de fundación firmado por 21 estados y un capital estatutario de 100.000 millones de dólares, se está transformando ahora en una debacle diplomática para EEUU, destaca el columnista de The Financial Times, Gideon Rachman. Con los jugadores que se adhirieron a la iniciativa más tarde, más las perspectivas que se están contemplando actualmente, hoy en día Japón y EEUU son los dos únicos grandes países que no colaboran con el BAII.
“Con la provocación y la posterior pérdida de la lucha por el poder con China, Washington ha enviado una señal no intencional sobre cuál es la deriva de influencia en el siglo XXI. […] El episodio del BAII, en vez de permitirle a EEUU juntar a sus amigos en una oposición ejemplar contra una empresa defectuosa, hará que se vea aislado y altanero”, concluye Rachman.
No hay comentarios:
Publicar un comentario