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miércoles, 24 de febrero de 2016
La calle y los recintos
Movilización contra el plan de ajuste macrista - Entreguismo en el seno del PJ - Unidad de acción del pueblo en las calles
Datos de una misma jornada: Los buitres recibirían de la Argentina el 100% del capital de la deuda y un 1200% de intereses, a pesar de que pagaron unos centavos por cada dólar que ahora reclaman. En NY los fondos buitres y los delegados por el gobierno macrista parecen a punto de anunciar un principio de acuerdo. Este acuerdo está sujeto a la aprobación del Poder Legislativo argentino. Se trata de que ambas cámaras deroguen la Ley Cerrojo que impide pagar a los buitres en términos ventajosos respecto de los otros acreedores que entraron en los canjes de deuda logrados en los gobiernos de Néstor y Cristina, canjes que configuraron un proceso de desendeudamiento sin antecedentes en la historia mundial. Si el Congreso argentino se allanara a las exigencias buitres, el pueblo va a tener que pagar el arreglo con la mengua brutal del poder adquisitivo de su salario y con endeudamiento para las generaciones futuras. La llave para concretar ese acuerdo entre buitres, macri y congresales argentinos la tendrán senadores y diputados que llegaron al Congreso por el FPV con el mandato de proteger el salario, el empleo y sostener la independencia económica del país, obtenida gracias a un bajísimo nivel de endeudamiento.
Hoy se llevó a cabo el Congreso del PJ en el que, además de la renovación de las autoridades partidarias, se debatió la posibilidad de instruir a sus diputados y senadores para que rechacen subordinarse a la pretensión del juez Griesa, quien exige que el Legislativo argentino se allane a las pretensiones buitres. Se trata nada menos que de soberanía política, el pacto básico entre mandantes y mandatarios que da sentido a la democracia representativa. ¿Los representantes que llegaron por la boleta del FPV pueden desconocer el mandato del voto que los ungió y abjurar de los principios que juraron defender? El cenador Peceto fue el enérgico ariete de los buitres en el seno del principal partido de oposición. Peceto perdió en su territorio estrepitosamente pero ahora en la bancada del Senado opera para que la voluntad de Griessa y los buitres se imponga por la del pueblo argentino. No es el único, pero Peceto es su más enérgico vocero. El debate no culminó en un mandato explícito y eso significa que un número no determinado aún de legisladores pueden alinearse contra quienes los eligieron. Cuando llegue el día de la votación, la posición de cada diputado y senador quedará sellada en la memoria histórica de la Nación. Habrá que estar muy atentos: los traidores tendrán que convivir con todos nosotros por toda la vida que les quede y por la huella que dejen en la memoria colectiva.
Si la posición entreguista de Peceto prevaleciera o al menos consiguiera un número suficiente para que los intereses buitres se impongan sobre los populares, quedará dañada una vez más la confianza del pueblo a sus representantes. El "que se vayan todos" tendrá un robusto fundamento para volver a ser coreado en las calles del país.
El economista Guillermo Nielsen, asesor del Frente Renovador, acaba de celebrar los términos del posible acuerdo con los buitres, a pesar de que, curiosamente, la oferta argentina supera incluso las pretensiones que los buitres habían planteado al gobierno anterior. Nielsen, al mismo tiempo, muestra preocupación por los indicadores macroeconómicos del país. Su preocupación puede resumirse así: el ajuste que está llevando a cabo el gobierno macrista es demasiado gradualista, cuando en realidad el llamado "déficit fiscal" debería ser combatido en forma más drástica. Cuando se le interroga por dónde más se podría ajustar (considerando la enorme pérdida de los salarios y empleos y el aumento exorbitante de las tarifas de los servicios públicos) el asesor de Ma$$a dice que el transporte público argentino es muy barato y que el boleto interurbano debería pagarse a un precio de al menos dos dólares. Treinta pesos. Nielsen habla como si fuera representante del partido de gobierno, o mejor aún, de los buitres, si es que las identidades partidarias fueran más gravitantes que los intereses que cada uno defiende. La preocupación de Nielsen es que, si el ajuste no es ahora lo suficientemente rápido, en las elecciones de medio término el macrismo pague el costo político de una peligrosa combinación de recesión más inflación, es decir, de una deflación que resulte rechazada por los votantes. Nótese que en las expresiones de Nielsen, presunto opositor, no aparece consideración alguna sobre el bienestar del pueblo argentino, sino el triunfo electoral del partido al que él supuestamente se opone. Treinta pesos el boleto de colectivo propone Nielsen. ¿Creerá el ma$$ismo que su fracción política puede ganar elecciones con el boleto a treinta pesos?
Hoy se llevó a cabo la movilización de trabajadores más grande y de composición política más diversa en los dos meses del régimen macrista. Hasta ahora, las muy grandes movilizaciones opositoras de este verano estaban compuestas por sectores medios autoconvocados y se hacía notar la ausencia de trabajadores organizados. Esta confluencia de los trabajadores de distintas identidades partidarias, la robustez de la marcha y la promesa de una creciente resistencia al ajuste que se pretende imponer, la unidad de acción en pos de objetivos políticos comunes, son la perfecta contrapartida de las traiciones que se preparan en recintos herméticos.
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