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sábado, 23 de febrero de 2013

La estatización de la deuda del Grupo Macri ESCRITO POR WWW.GABRIELACERRUTI.COM/AR EL 15 ENE 2013 EN LO NUEVO!, SUS LIBROS - 1 COMENTARIO - en otra entrada prometo hacer un cálculo de lo que representaría hoy la deuda de las empresas del grupo Macri que fuera pagada por el Estado Nacional , o sea por todos nosotros los hoy 40 millones , en los años 80


enlace a la nota para leerla completa:
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Domingo Cavallo fue nombrado presidente del Banco Central, y desde allí llevó adelante la nacionalización de las deudas del sector privado.
El sistema ideado por Cavallo fue el eje de la transformación de la deuda externa privada en pública, de la nacionalización y licuación de la deuda de las empresas privadas pero, además, la generación de un mecanismo que fue utilizado por los empresarios para fraguar autopréstamos y, en definitiva, el motor de que la Argentina hubiera ingresado a la dictadura militar con una deuda externa de alrededor de ocho mil millones de dólares para salir de ella con más de cuarenta mil.
En diferentes investigaciones llevadas adelante una vez concluido el régimen militar, tanto en la auditoría del Banco Central como en el Congreso de la Nación y en diferentes causas judiciales que buscaron echar luz sobre el tema, se pudieron detectar múltiples maniobras llevadas adelante por las principales empresas endeudadas en ese momento, entre las que se encontraban las del grupo Macri, fundamentalmente agrupadas en SEVEL y SOCMA.
Macri y Zinn se reunieron varias veces personalmente con el futuro ministro para acordar los términos en que se encuadraría la deuda de FIAT SEVEL. (…) En algunas semanas, el grupo licuó deudas por casi setecientos millones de dólares.
Lo que se conoció como «seguro de cambio» puesto en marcha durante la gestión de Domingo Cavallo al frente del Banco Central fue una garantía por la cual, en medio de un proceso de devaluación continuo, el Estado garantizaba a las empresas que en el momento en que tuvieran que pagar deudas les otorgaría dólares al mismo valor del momento en que el crédito había sido contraído. Un antecedente de la pesificación de deudas al uno a uno: el Estado pagaba el dólar a su precio real mientras las empresas lo compraban a un precio varias veces inferior. Para esto, las empresas debían declarar sus pasivos al Banco Central.
Los Macri, junto al resto de los grupos económicos, se apresuraron a hacerlo.
Cuando en 1984 un grupo de investigación y auditoría formado por el primer titular del Banco Central, Enrique García Vázquez, intentó comprobar la veracidad de las deudas declaradas por las empresas, se encontró con varias dificultades y maniobras.
—Los bancos extranjeros que supuestamente habían otorgado los préstamos en muchos casos ni siquiera conocían a las empresas que se habían presentado ante el Banco Central reclamando dólares para pagar esos créditos.
—Algunos créditos tomados en el exterior eran en realidad autopréstamos.
Las empresas tomaban el crédito a valor dólar, el Estado argentino los pagaba o al menos garantizaba a valor dólar y ellos se lo devolvían al Estado argentino a valor peso.
—El destino de los fondos muchas veces no estaba dirigido a inversiones argentinas sino a paraísos fiscales. En otros casos las divisas nunca ingresaban al país.
Macri y Zinn se reunieron varias veces personalmente con el futuro ministro para acordar los términos en que se encuadraría la deuda de FIAT SEVEL. «La actitud de Cavallo fue expeditiva, sobre todo comparada con las complicaciones a veces insuperables que creaba el aparato burocrático del Estado», recuerda Franco Macri. En algunas semanas, el grupo licuó deudas por casi setecientos millones de dólares. FATE (en asociación con Madanes) por 225.562.000 millones de dólares; SOCMA por 148.578.000 millones y finalmente FIAT SEVEL por 170.578.000 millones de dólares.
En la investigación llevada adelante por el equipo del Banco Central luego del regreso del gobierno democrático, el caso de la deuda de la FIAT es tomado como uno de los casos paradigmáticos en que los empresarios utilizaron las disposiciones del Banco Central para licuar su deuda y darse autopréstamos con seguro de cambio mediante.
Entre la deuda financiera, producto de préstamos obtenidos en el exterior, y la deuda comercial, originada como consecuencia de importaciones, los Macri le endosaron al Estado algo más de trescientos millones de dólares de la deuda de sus empresas.
El 21 de diciembre de 1978, FIAT Concord modificó su objeto social, pasó de ser una automotriz a una empresa financiera y así centralizar los intereses del grupo FIAT en la Argentina. Durante el año siguiente, la empresa recibió dos préstamos del exterior por dos millones y medio de dólares, de la firma Marketing Management Services, de Panamá, una empresa del grupo FIAT. Los préstamos fueron aplicados a la integración de acciones de Fidemotor, otra empresa del Grupo FIAT, con pasaje de la propiedad accionaria de Fidemotor a la Marketing Management Services. Así, el 31 de diciembre de 1981, Marketing Management pasa a ser propietaria del 99,6% del capital de Fidemotor.
Luego de ese traspaso accionario, MMS condonó deudas a FIAT Concord por 897.844 dólares, y toda la operación fue encuadrada en la operatoria del Banco Central de seguros de cambio.
Una situación similar se dio con otra empresa fantasma creada por la FIAT para conseguir autopréstamos que luego quedaban como deuda pública para el Estado argentino. En diciembre de 1981 se constituyó ISIN S.A. con un capital de dos australes. El propietario era Cristiano Ratazzi. Unos días después de su creación, ISIN obtuvo un préstamo de IMPRESIT-SIDECO para ser utilizado en comprar acciones de la misma empresa. En marzo de 1982 obtuvo otro crédito, esta vez del Banco de Gottardo, Lugano, por 15.300.000 dólares, que también se usó para seguir comprando acciones de IMPRESIT-SIDECO. Tres meses después, todas las acciones compradas por ISIN fueron transferidas a FrancoMacri. Y dos meses más tarde, el Banco Gottardo cedió el crédito a cobrar a Cadocsa, una empresa pañamena integrante del grupo IMPRESIT International.
Todos estos autopréstamos hechos entre las empresas del mismo grupo pasaron a engrosar la deuda externa privada, y fueron contemplados en las disposiciones del Banco Central que Domingo Cavallo puso en marcha.
Es cierto que los estudios tanto del Banco Central como de la Comisión Investigadora de lavado de dinero que se formó en el año 2001 en la Cámara de Diputados dieron cuenta de maniobras similares a las del Grupo Macri y la empresa FIAT por lo menos en los 19 grupos empresarios más importantes del país en ese momento. Estas empresas conformaban el 37% de la deuda externa privada con pasivos que iban desde los 1.000 millones hasta los 96 millones. Entre la deuda financiera, producto de préstamos obtenidos en el exterior, y la deuda comercial, originada como consecuencia de importaciones, los Macri le endosaron al Estado algo más de trescientos millones de dólares de la deuda de sus empresas.

El final de Zinn
Dos años después, con la mitad del personal, las normas de regulación sindical flexibilizadas y la deuda nacionalizada, SEVEL debía comenzar a ser rentable.
Sin embargo, SEVEL mejoraba en ventas y en ganancias, de acuerdo con los balances, pero la empresa seguía siendo deficitaria. Zinn y Blanco Villegas lo atribuían a los autopréstamos que Macri se daba para otras inversiones a través de SIDECO y para sostener el proyecto inmobiliario que estaba intentando concretar en esos años en Manhattan, y que era en ese momento el centro de las aspiraciones y las inversiones del jefe del holding.
Las relaciones entre Zinn y Macri comenzaron a deteriorarse a partir de las desavenencias en la conducción del Banco de Italia y su posterior liquidación y cierre y se profundizaron cuando se opuso al proyecto inmobiliario en Nueva York. Macri se había instalado allí para llevar adelante las negociaciones y Zinn manejaba SEVEL casi como presidente en ejercicio.
En ese marco, se negó a que SEVEL siguiera financiando a SIDECO y apoyó al Chase Manhattan Bank cuando éste declaró poco rentable el proyecto de las torres LincolnWest Side. Fue entonces cuando, según el relato de Macri, intentó un take over de la empresa apoyado por su cuñado, Jorge Blanco Villegas.
«Un día recibí un llamado de la máxima dirección de la empresa.
(…) Zinn acaba de salir de la oficina después de decirnos que sería prudente para FIAT firmar un acuerdo con el management de SEVEL para sacarle a usted el control de la empresa». Macri sostiene también que «Zinn había tratado de convencerlos de que lo conveniente para SEVEL era firmar un contrato de management con él y Blanco Villegs para la conducción de la empresa por cinco años, con una remuneración importante y un fuerte premio en acciones para cada uno. Aseguraban que mi salud era precaria y que mis esfuerzos se inclinaban más hacia SIDECO.
Subestimaron mi capacidad de reacción, mi prestigio en juego frente a FIAT y mi frialdad para enfrentar las crisis».
La versión de Zinn en aquel momento —y que continuó dando Blanco Villegas luego de la misteriosa muerte del empresario en un accidente aeronáutico en la cordillera en los años noventa— era diferente.
Zinn y Blanco Villegas sostenían que Macri utilizaba SEVEL para financiar al resto de sus empresas y que en realidad podía hacerlo porque SEVEL vivía gracias a los préstamos a tasa baja que le daba FIAT y al dinero que inyectaba la automotriz italiana para prevenir una crisis. Si SEVEL quebraba, la última responsable de la indenmización de los obreros y el pago de las deudas seguía siendo la firma de Turín.
Según este relato, el viaje de Zinn a Turín en 1983 era efectivamente para solicitar en nombre de Franco un nuevo crédito, esta vez vendiendo una parte del paquete accionario a la casa matriz. Blanco Villegas y Zinn le propusieron a FIAT que les financiara la compra de esas acciones.
Zinn tenía en ese momento el 5% de las acciones, Macri el 75 y la FIAT, el 20. La oferta era por un paquete del 7% de las acciones, que Macri necesitaba en flujo líquido para invertir en el proyecto de Manhattan. Después del fracaso en Estados Unidos, Macri había tenido un infarto y estaba transfiriendo el control de las empresas a Mauricio. En ese contexto, Blanco Villegas y Zinn creyeron ver la oportunidad para quedarse con parte del manejo de SEVEL.
Mauricio y su hermano Gianfranco acompañaron a su padre a una reunión en el Hotel Copacabana de Río de Janeiro con la cúpula de FIAT.
No se conocieron nunca detalles de esa reunión pero, al terminar, el acuerdo Macri-Agnelli había sido ratificado.
Franco y Mauricio volvieron a Buenos Aires y se reunieron con Ricardo Zinn en el salón del directorio de SOCMA, sin otros testigos.
La «traición» de Zinn se resolvió casi sin palabras. Fue obligado a renunciar a la empresa en pocas horas. Debió vender sus acciones por un precio casi testimonial a Blanco Villegas, que fue nombrado vicepresidente.
Y desapareció de todas las reuniones y empresas en las que solía participar.
Ricardo Zinn volvería efímeramente a los primeros planos en la década del noventa, cuando fue designado en un alto puesto de asesoramiento para las privatizaciones de ENTel y Yacimientos Petrolíferos Fiscales. El presidente Carlos Menem apenas lo conocía, pero aceptó la decisión de Álvaro Alsogaray y su hija María Julia. Los Macri tenían intereses directos en las dos privatizaciones: en el caso de la telefónica, debía regularse la nueva licitación de la telefonía móvil, de la cual tenían exclusividad a través de Movicom. En el caso de YPF, aspiraban a quedarse con alguna de las áreas licitadas.
Durante una larga jornada de golf en su quinta Los Abrojos, Macri utilizó todos sus argumentos ante Carlos Menem para que Zinn no participara de esas privatizaciones. Un helicóptero de la empresa buscó al Presidente en la residencia de Olivos y lo llevó a la finca. Jugaron al golf todo el día y almorzaron a solas en la galería. Macri fue claro y contundente: quería a Zinn fuera del gobierno. Pero no logró imponer su voluntad sobre la del ingeniero Alsogaray y su hija, que formaban parte por entonces del núcleo privilegiado de las decisiones del poder.
La protección de los Alsogaray fue eficaz por poco tiempo. Como si los deseos de FrancoMacri fueran una maldición inapelable, Zinn murió unos meses después en un inexplicable accidente aeronáutico.
Una apacible mañana de cielo celeste y cristalino, Zinn volaba junto al entonces presidente de YPF, José Estenssoro, hacia Bolivia. El avión, moderno y equipado con la más alta tecnología, piloteado por expertos y conocedores del terreno, explotó de pronto en el aire al chocar contra la cumbre de un cerro en Quito. No hubo sobrevivientes del extraño accidente, en el que desapareció para siempre el hombre que había traicionado a Franco Macri.
«Un hombre honesto, transparente… tengo un muy buen recuerdo de él», susurra hoy con contrición Franco Macri mientras se persigna, como cada vez que habla de aquellos que ya no están. "

Una Respuesta a“La estatización de la deuda del Grupo Macri”

  1. leonardo dice:
    Conocía por fuera los negociados de Franco Macri pero nunca con los datos tan precisos que aportás en el libro. Recuerdo que, una vez recuperada la democracia, hubo un abogado salteño -ya fallecido – cuyo apellido era Del Olmo que había estudiado el origen ilegítimo de la deuda externa generada en el proceso de desorganización nacional y que oportunamente había hecho una presentación judicial, en la cual seguramente estaban las maniobras dolosas detalladas ut supra. Tenés algun dato de este abogado y en que juzgado (seguramente en Bs, As.) estaría radicada la denuncia? Es bueno que empecemos por escribir la Historia tal cual ocurrió y no como la relata el grupo Clarín y sus adlaters.


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