El ataque viene siendo furibundo, la embestida es vehemente. Están tirando con de todo. Abonaron las cabecitas durante años con el dólar, la inflación y la inseguridad. Sin negar ninguna de esas cosas, se están pasando, exageran y pretenden el fin de ciclo YA. No quieren que termine. No quieren el traspaso en 2015 como marca la Constitución porque sin caos, sin generar el caos, saben que inexorablemente, vuelven a perder. Por eso, están apurados.
Basta leer y escuchar los medios opositores que están inmersos en una campaña que aunque en algún momento uno piense que está en su apogeo, siempre se la rebuscan para superarse y mostrar un cuadro de situación peor. Están empeñados en mostrar que todo funciona mal. Todo está mal. Convengamos que la prédica negativa ha sido y es constante. La orden de los patrones de los medios hegemónicos es clara, todo lo que se dice debe ser negativo y el panorama que se expresa debe ser que vamos al abismo porque está todo a punto de explotar por los aires. Y esto no es un invento, vean:
Sube el dólar, bajan las reservas. Los sinceramientos tarifarios empujan más la inflación. Se disparan los precios. El retraso de los salarios se empieza a sentir. Moyano habla de aumentos del 30% y todavía no empiezan las paritarias más pesadas. La CGT oficialista sigue esperando una migaja del Gobierno pero el Gobierno, en serio, no le da nada. Los puestos de trabajo que se crean ya serían menos que el crecimiento vegetativo del mercado laboral. Esto se llama más trabajo precario y en negro. Los gremios burbujean internamente. Tienen la presión por el deterioro de la economía y en varios hay elecciones este año. Allí la izquierda clasista le muerde los garrones a la dirigencia tradicional y la variable de ajuste es el endurecimiento en los reclamos. El año sindical va a estar muy movido, puertas afuera de los gremios. Mientras tanto, de inversiones sólidas ni soñemos y de la inseguridad, mejor ni hablar.
Con perdón de todos los lectores, esto es del día 17 de Enero, editorial de Julio Blanck en Clarín. Todo mezclado, nunca hay información veraz. Todo es interpretación tendenciosa de cuestiones que invariablemente, se muestran como negativas. Sube el dólar, bajan las reservas. No hay una explicación de porqué ocurre cada cosa y de si es o no relevante. En realidad, ellos le adjudican una relevancia QUE NO TIENE a cada una de estas 2 cosas. El dólar sube porque el gobierno ha decidido mejorar la competitividad de los sectores exportables de manera de incentivar la producción local de productos para exportación, a la vez que incentiva a los que tienen posibilidad de liquidar exportaciones de cereales que especulan y siguen presionando por más y más devaluación, algo que se ha hecho como nunca antes en estos 10 años. El “mercado del dólar ilegal” es eso, ILEGAL y quienes quieren adquirir “verdes” para viajar, deben recurrir a las cuevas. Y es allí en donde se monta el discurso dominante porque deben pagar ese precio que los especuladores fijan y no el valor oficial como quisieran. Con sinceridad, nadie compra dólares a más de 11 pesos si no es con plata negra o no declarada. O sea, quieren evadir y encima quieren dólar barato. Pero eso lo piensa el que viaja. El que ya tiene dólares o vende en dólares presiona para devaluar porque pretende le den cada vez más pesos por sus dólares. Y entonces tiene que estar el Estado creando instrumentos para atraer dólares y cuidar las reservas.
Nadie explica que las reservas deberían ser de 73.000 millones si no fuera por los pagos de la deuda que se han hecho, a pesar de que este gobierno se ha endeudado en CERO. Esos 43.000 millones de dólares que se han pagado han sido deudas generadas por otros gobiernos en operaciones geniales tipo Blindaje o Megacanje que recién ahora se empiezan a investigar y ya cuenta con algunos procesados, empezando por el pre-claro neoliberal del pro Sturzeneger, junto con alguno de sus cómplices del gobierno de la Alianza.
Todos los economistas que pululan por los medios de comunicación explicando lo mal que estamos y lo peor que vamos a estar de manera inevitable e inminente, TODOS ELLOS han formado parte de los catastróficos gobiernos anteriores que fundieron al país. Prácticamente, no hay excepciones y si las hay, son aspirantes a integrar cualquier experiencia gubernamental opositora, para volver a hacer lo que se hizo en los 90-2000. Cuando ellos gobernaban, estaba todo bien y terminamos al horno. Ahora que no están, está todo mal pero esperan con la tapa del horno abierta para meternos adentro en cuantito nos descuidemos y nos vayamos detrás de una siniestra sonrisita, como la del cada día más neoliberal Massa de enlace. Si te alias con esa gente, que será de nuestro pueblo no? En fin. Lo bueno es que el veranito está sincerando algunas cosas y detrás de Massa de Enlace corrió bobos, otro tránsfuga traidor de la misma escuela a la que adscribe massita que salió a recordarle a los agrogarcas que él es uno de ellos, de la primera hora-125.
Volvamos a Julito. En la misma nota, se leen cosas como estas:
Su gran estrella, la Presidenta, no está o está poco. Se hace lo que ella quiere, lo que ordena, o lo que se supone que querría y ordenaría. Pero no se ve un rumbo cierto, una estrategia eficaz, un equipo cohesionado. La claque se deshilacha. El núcleo duro muestra señales de descomposición. Y el vacío sigue allí, sin dejar adivinar en el horizonte cuándo y dónde está el punto de llegada, el final de la incertidumbre.
Reitero las disculpas, pero a veces sirve conocer por donde vienen las fieras. Sigue Blanck:
Es la defección temporal, pero sostenida, del gran actor y su estrella, lo que hace que la política funcione con el almanaque acelerado. Como si hubiese cosas que pudiesen suceder en tiempos más cortos que los previstos para que sucedan.
Es un poco impresionante no? La operación queda clara. Ahora también le agregan, como al pasar, la cuestión de la gobernabilidad por el simple hecho que la Presidenta decidió preservar su nivel de exposición pública. Antes la criticaban porque hablaba mucho, por la cadena Nacional, por el Aló Presidenta como decía el roña Castro. Ahora porque no habla. Pasa de un extremo al otro, critican, siempre critican.
Lo que queda evidente es el sentido de recrear un ambiente de vacío de poder al que lo puede suplir únicamente el adelantamiento de los tiempos constitucionales para que el gobierno (Cristina) se vaya cuanto antes. Necesitan el caos para justificar sus aspiraciones de retomar el poder y revertir el ciclo que, según claman, estaría agotado.
Soy y seré incapaz de decir algo que lesione o hiera a mi querida presidenta pero no puedo dejar de opinar que ante semejante embate, ante lo descarado y evidente de la operación político mediática, se hace necesario su presencia. Yo entiendo todo lo que está pasando. No es fácil y es egoísta de nuestra parte exigirle nada. Tiene sus tiempos y el merecidísimo derecho a un respiro, un descanso, acompañar a su madre, a todo. Pero la situación amerita una bajada de línea política, identificando claramente a los responsables de la situación y a los sectores económicos que operan detrás.
Ya sabemos, es única. En parte, nos mal acostumbró a verla tan seguido que extrañarla es inevitable. Pero creo que ahora, aparte de extrañarla, se la necesita, la necesitamos. La política y el País todavía no pueden estar tanto tiempo sin Cristina porque los buitres siguen a la espera. No descansan. Acometen una operación tras otra. El año empezó con la patraña del viaje de Echegaray y su supuesta patota, los saqueos orquestados por la policía extorsiva de fin de año, los cortes de luz, la inflación y la inseguridad siempre presentes. Todo esto genera un cóctel que la Presidenta puede desactivar.
A pesar de la enorme magnitud de la apuesta destituyente, de la desembozada campaña que pretende instalar el vacío de poder y la consecuente corrida de los tiempos electorales, lo que los desespera es que no han podido conmover la base. No llegan a lograr penetrar en el corazón del pueblo QUE NO CONVALIDA LA CATÁSTROFE. No existen evidencias de conmoción social, ni siquiera de inquietud popular. Entonces, sienten que todo es poco y por mucho que se esmeren, no logran conmover al PUEBLO que vive una realidad que NO ES LA QUE MUESTRAN LOS MEDIOS. O sea, la realidad es otra.
De todas formas, creo que ya viene siendo necesario que Cristina elija una ocasión cercana para dirigirse al pueblo y explicar lo que los medios ocultan. Por ejemplo, no han dicho nada de la responsabilidad de los formadores de precios en la inexplicable remarcación que han hecho en diciembre luego de la salida de Guillermo Moreno. No dicen nada respecto a la responsabilidad de las empresas prestadoras en los cortes ocasionados por la desinversión de EDENOR y EDESUR. Ocultan esas responsabilidades y NUNCA mencionan que no ha habido razones que justifiquen esos aumentos. El gobierno se hizo cargo de la administración del fideicomiso que tenía los fondos para las inversiones de las empresas de electricidad que, con el dinero disponible, no lo habían utilizado. De todo esto no dicen nada, deliberadamente lo ocultan, porque CUIDAN A SUS ANUNCIANTES.
La oposición política sigue en cualquiera. Se juntan los que nunca se podían juntar. Se mezclan los que siempre dijeron que eran incompatibles. Pero al margen del estado profundo de confusión, en lo que todos coinciden es en repetir el discurso dominante y TODOS, sin excepción, repiten los reclamos de las corporaciones como si fueran propios y los problemas reales del país. Para remediar la crisis, postulan lo que preserva privilegios y cuida los intereses de esas corporaciones como si fueran la solución de todos los problemas. La oposición tiene cooptado el discurso y está tan sometida a los sectores de poder real, que es una quimera pretender que alguien esboce un proyecto propio, una idea superadora, que no sea repetir el libreto de los ingenieros del caos y los arquitectos de la intriga que todos los días le imponen desde los medios la letra a los sometidos políticos opositores.
Todo esto es lo que la presencia de la Presidenta podría esclarecer. Los problemas no se arreglan con discursos, si con gestión, pero de eso hay de sobra y las evidencias rebalsan de resultados en estos 10 años. Pero va siendo tiempo de algunas aclaraciones, alguna confirmación de medidas para profundizar el rumbo e ir por lo que falta. Algún tipo de esclarecimiento para identificar a quienes operan detrás de todas estas maniobras y los manotazos de ahogado de los que se juntan con quienes deliberadamente han estado siempre en contra de los intereses del pueblo.
Todo lo pintan catastrófico y no se les cumple. Todo lo tiñen de negro pero la tintura, no pega. De todas formas, como un haz de luz que le DEVUELVA el verdadero color a las cosas, necesitamos su PRESENCIA y la contención de su palabra. La estamos esperando: HABLE PRESIDENTA.
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