El Valle de Tinogasta es una superficie vitivinícola por excelencia. Si bien la mayoría de los viñedos están destinados a la producción para bodegas, aproximadamente un 15% se destina a la producción de uvas pasas.
Si bien esta actividad se viene desarrollando desde hace unos años, durante 2010, se decidió mejorar la calidad del producto modificando la técnica de deshidratación que venían llevando a cabo. Para ello, productores locales acercaron su propuesta a Minera Alumbrera que consistía en construir secadores aéreos que mejoraban la técnica del secado. Luego de evaluar la viabilidad ambiental del proyecto, la empresa, proveyó el material necesario para que pudieran hacer efectiva la construcción.
Producto de esta acción: “Su rentabilidad aumentó casi 50% en promedio”, explica el Ing. Cervantes, quien siguió de cerca todo el proceso, además de hacer de nexo entre los productores y Minera Alumbrera. “El rango de precios de venta varió de $5 a $8 el kilo, pero la diferencia que hicieron respecto de calidad de la pasa secada al sol y con el aire, superando los inconvenientes de secarla en el suelo, fue notable. Tenían una pasta rubia y mucha carne, se vendió todo en seguida”, se entusiasma”.
El ingeniero Carlos Vélez, quien colabora con Minera Alumbrera en el asesoramiento de la empresa a la comunidad, declaró: “ el proceso de secado al sol sin contar con los secaderos aéreos implicaba contaminación por perros, roedores, tierra, y redundaba en una pérdida enorme de calidad, sanidad, rendimiento (se estima en un 30%), que obviamente impactaba en el ingreso. Cada uno de los secaderos construidos tiene 100 m de largo por 2,5 de ancho y capacidad de 5 a 7 toneladas. Se calcula un tiempo de secado de 15 a 20 días”.
El objetivo de esta ayuda a los productores zonales, no es solamente mejorar su productividad y rentabilidad, sino que ellos perciban una mejora notable en su calidad de vida. Objetivo bastante ambicioso por cierto. Esperamos que Minera Alumbrera contribuya en mayor o menor medida, para poder hacerlo posible, pero de todos modos, sabemos efectivamente, que con la sola ayuda no alcanza. Luego de recibirla, cada productor debe comprometerse en cuidar y mejorar la tarea para que siga brindando más y mejores beneficios.
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