nota 1
nota 2
Tilingadas
Por Luis Bruschtein
Honorables contertulios:
El analista en su nota, pone los puntos sobre las íes, aclarando bastante el por que de tanta incapacidad para ver
lo que se mira.
Y hace una apelacion, cercana a la caricatura, pero respetuosa y cruelmente veraz, de esos arquetipos con que
lidiamos a diario, escuchandolos repetir sin pudores las mismas zonceras que se difunden por la cadena
de manipulación mediática.
Claro, asi como van a entender lo que está pasando.
Todo sera entonces cooptación, o compra de voluntades o lo que es peor, la entrega a las jovenes generaciones,
por causales seguramente demagogicas, del destino del país.
Es lo que hoy esta de moda en el pensamiento negativo.
Es lo que está sobre el tapete, y ya sabemos como le fascina al tilingo, estar en la pomada, tener la justa, decir
los que "todos" dicen, en ese minusculo mundillo de iguales, que se sienten ajenos de la "otredad".
El tilingo en general tiene fama de fino, de señor versado en buenas costumbres, de cierta hidalguía, aunque no tenga abolengo monárquico, camina por el mundo mirando dónde sólo miran los grandes hombres: al cielo.
Toda esa fama, es “una idiotez disimulada”, el tilingo vive en un mundo de formas.
No seria “el reino de los fines”, sino “el reino de las formas”, pues el tilingo hace tanto hincapié en las formas, que la forma misma es un fin, por eso las formas hacen al fondo que no existe.
Es una “estética” hecha “ética”, pueril forma de diferenciarse de lo distinto.
Agrega Martínez Estrada:
“Seria un hombre interesante en un mundo que no valiera la pena ser habitado, ciudadano honorario en un pueblo
donde la gente se saludara quitándose el sombrero…
Es un hombre cuya piel parece un guante en que se hubiera enfundado desde chico, y de esto resulta que tiene una sensibilidad con sordina, pasiones que andan de puntillas, oídos con cataratas acústicas, ojos con párpados transparentes, vitalidad delicadamente cloroformada. Es un bemol.”
La reciente tilinguización de la argentina no es un producto estrenado, sino es una actitud en provecho del bienestar social, por eso como sostiene Arturo Jauretche, siempre se dan en el ascenso social.
Imperdible y siempre actual, es la radiografia de la tilingeria que volcó en su "Manual de Zonceras Argentina".
Los guarangos de principios de siglo, fueron los tilingos que despreciaron a los humildes en otros tiempos.
Los mismos descendientes de italianos que fueron funcionarios radicales, después se burlaron de los
“cabecitas negras” que apoyaban a Perón.
El diputado radical Ernesto Sammartino, de origen italiano, fue el mentor de la triste frase “aluvión zoológico”.
Hoy enfundados detras de esa estetica, tenemos a la Sarlo, a Kovadloff, a Grondona, a Aguinis, a Asís por
mentar a los habituales de los programas de TN, dictando cátedra de buenas maneras.
Cuánto de esto hay en la expresión, “la historia se repite como comedia”, que podria mejorarse adaptandola a los
tiempos: “la historia se repite como tilingo”.
TiBU
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Mi "epitafio"
genial
te pido permiso para publicar tu nota
Y si me lo recontrapermitis le podría agregar
Y si me lo recontrapermitis le podría agregar
algún "epitafio" o moño de cierre.
como aquello de que :
"para un tilingo no hay
nada mejor que otro pelotudo"
jorgelectro
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