Honorables:
Para hablar de Argentina, comencemos a hablar de España.
España está en un gran momento.
Prima de riesgo, 25% de desocupación, ajustes económicos y crisis son las palabras más sonadas en España en los últimos años.
Pero, para cualquier argentino como su experiencia le indica, ésta es la época ideal para comenzar a conseguir el éxito.
Todo es cuestión de percepción. En una crisis la gente está forzada a pensar. También sucede que las personas se motivan para hacer algo, para ser exitosas.
Las crisis en sí, son un gran problema pero enfocan a las personas en buscar soluciones.
España está en un gran momento es cuestión que sus dirigentes politicos y lideres sociales se den cuenta, que las recetas que les prescriben solo profundizarán el caos, la desintegración, la dispersión.
Nosotros pudimos comenzar a recorrer el nuevo -viejo- camino, solo con tirar por la ventana las recetas del neoliberalismo que se sostenian pulverizando a la capacidad y solidaridad social y a las fuerzas del Estado para regular y establecer equilibrios, para poner solo el acento y la primacía en las fuerzas económicas del mercado.
Solo los necios pueden negarlo, aunque podrán seguir insistiendo que el apocalipsis está a la vuelta de la esquina.
Predican hasta el hartazgo con la muletilla de politicas de Estado y no de corto plazo y de búsquedas de diálogos y consensos para alcanzar esos objetivos superiores.
No podemos disentir de esos caminos: eso es la política, la que reivindicamos como el logro básico de esta recuperación.
Pero, cuando las fuerzas politicas de oposicion, logran sobreponerse al bombardeo mediatico que presiona a la baja a la autoestima, fogonea el deterioro de las condiciones de gobernabilidad, elude o niega la evidencia de la recuperacion de derechos, y se despojan de sus propios intereses partidarios y confluyen con iniciativas gubernamentales que impulsan transformaciones, que se traducen en acuerdos programáticos de largo alcance, o medidas de profundo impacto económico, son bastardeadas, desvalorizadas, estigmatizadas y hasta puestas en tela de juicio su honorabilidad.
Estuvo siempre claro para el kirchnerismo que el enemigo no eran los partidos de oposicion, sino las corporaciones y sus medios de presion (La Nacion, Clarin, Perfil), los conglomerados que nuclean sus parcialidades (UIA, AEA, Rural, ADEBA) y hasta perejiles que ponen la caripela, rígidos y dogmáticos unos, y otros que posan de periodistas independientes, pero que por debajo reciben el sobre.
Sin olvidar a la misma Iglesia, que por su propio ADN, es enemiga de la diversidad, del pluralismo transgresor y de los cambios de paradigmas, y no quiere perder poder para obturar la inclusión de los cambios profundos que se producen en el seno de la sociedad, y para los cuales el Kirchnerismo es una herramienta viable para su institucionalidad.
Es hora que tambien de esta realidad , tomen nota los dirigentes de la UCR, FAP, "independientes" para no seguirse confundiendo como hasta ahora, de quien es el adversario y quien el enemigo, y dejar de hacerles el juego a los "Conocidos de Siempre".
Si el camino se hace al andar, es hora que lo empiecen a transitar, dejando atrás el inmovilismo intelectual, las posiciones irreductibles y dogmáticas de las pertenencias del pasado, que dieron letra, junto al pensamiento único, a las negaciones y divisiones.
No tengan pruritos en acompañar la movilización de la época, signada por la diversidad social y cultural, y tendrán mas réditos al no quedar en la soledad de los que solo miran y juzgan como espectadores, neutrales, ausentes, descomprometidos, incontaminados, puros, pero ajenos.
España no llegó al profundo pozo al que nos hundimos en el 2001, solo ayer en términos históricos.
Cuando llegue a esa oscuridad, confiemos que tendrá la lucidez de remontar ese abismo.
Ya hay analistas y economistas que recomiendan mirar nuestra experiencia.
TiBU
OTRO SI DIGO:
Vale hacerse un lugarcito y leer a JPF:
Para hablar de Argentina, comencemos a hablar de España.
España está en un gran momento.
Prima de riesgo, 25% de desocupación, ajustes económicos y crisis son las palabras más sonadas en España en los últimos años.
Pero, para cualquier argentino como su experiencia le indica, ésta es la época ideal para comenzar a conseguir el éxito.
Todo es cuestión de percepción. En una crisis la gente está forzada a pensar. También sucede que las personas se motivan para hacer algo, para ser exitosas.
Las crisis en sí, son un gran problema pero enfocan a las personas en buscar soluciones.
España está en un gran momento es cuestión que sus dirigentes politicos y lideres sociales se den cuenta, que las recetas que les prescriben solo profundizarán el caos, la desintegración, la dispersión.
Nosotros pudimos comenzar a recorrer el nuevo -viejo- camino, solo con tirar por la ventana las recetas del neoliberalismo que se sostenian pulverizando a la capacidad y solidaridad social y a las fuerzas del Estado para regular y establecer equilibrios, para poner solo el acento y la primacía en las fuerzas económicas del mercado.
Solo los necios pueden negarlo, aunque podrán seguir insistiendo que el apocalipsis está a la vuelta de la esquina.
Predican hasta el hartazgo con la muletilla de politicas de Estado y no de corto plazo y de búsquedas de diálogos y consensos para alcanzar esos objetivos superiores.
No podemos disentir de esos caminos: eso es la política, la que reivindicamos como el logro básico de esta recuperación.
Pero, cuando las fuerzas politicas de oposicion, logran sobreponerse al bombardeo mediatico que presiona a la baja a la autoestima, fogonea el deterioro de las condiciones de gobernabilidad, elude o niega la evidencia de la recuperacion de derechos, y se despojan de sus propios intereses partidarios y confluyen con iniciativas gubernamentales que impulsan transformaciones, que se traducen en acuerdos programáticos de largo alcance, o medidas de profundo impacto económico, son bastardeadas, desvalorizadas, estigmatizadas y hasta puestas en tela de juicio su honorabilidad.
Estuvo siempre claro para el kirchnerismo que el enemigo no eran los partidos de oposicion, sino las corporaciones y sus medios de presion (La Nacion, Clarin, Perfil), los conglomerados que nuclean sus parcialidades (UIA, AEA, Rural, ADEBA) y hasta perejiles que ponen la caripela, rígidos y dogmáticos unos, y otros que posan de periodistas independientes, pero que por debajo reciben el sobre.
Sin olvidar a la misma Iglesia, que por su propio ADN, es enemiga de la diversidad, del pluralismo transgresor y de los cambios de paradigmas, y no quiere perder poder para obturar la inclusión de los cambios profundos que se producen en el seno de la sociedad, y para los cuales el Kirchnerismo es una herramienta viable para su institucionalidad.
Es hora que tambien de esta realidad , tomen nota los dirigentes de la UCR, FAP, "independientes" para no seguirse confundiendo como hasta ahora, de quien es el adversario y quien el enemigo, y dejar de hacerles el juego a los "Conocidos de Siempre".
Si el camino se hace al andar, es hora que lo empiecen a transitar, dejando atrás el inmovilismo intelectual, las posiciones irreductibles y dogmáticas de las pertenencias del pasado, que dieron letra, junto al pensamiento único, a las negaciones y divisiones.
No tengan pruritos en acompañar la movilización de la época, signada por la diversidad social y cultural, y tendrán mas réditos al no quedar en la soledad de los que solo miran y juzgan como espectadores, neutrales, ausentes, descomprometidos, incontaminados, puros, pero ajenos.
España no llegó al profundo pozo al que nos hundimos en el 2001, solo ayer en términos históricos.
Cuando llegue a esa oscuridad, confiemos que tendrá la lucidez de remontar ese abismo.
Ya hay analistas y economistas que recomiendan mirar nuestra experiencia.
TiBU
OTRO SI DIGO:
Vale hacerse un lugarcito y leer a JPF:
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