VIERNES, 19 DE SEPTIEMBRE DE 2014
Fin de la novela
Nada es como se dice que es en el final de la novela del pase de Martín Insaurralde al Frente Renovador, operación que una vez frustrada obliga a los renovadores desde Sergio Massa para abajo a hacer ahora control de daños en los medios y poner toda la responsabilidad en el lomense.
El voto del diputado del FpV más que la causa de la ruptura de negociaciones es la consecuencia lógica de alguien que comienza a recalcular su futuro y lo lógico es replegarse a sus orígenes, al menos en este momento.
La perspectiva de un garochazo de quien fuera el abanderado del FpV en las últimas elecciones era más que atractiva para el massismo que simultaneamente dejaba sin un candidato instalado a su principal competidor y en las filas renovadoras se esperaba que abriese las puertas para el desbande de referentes y dirigentes hacia el FR dejando al kirchnerismo inerme ante el próximo turno electoral.
El daño a la carrera de Daniel Scioli sería mortal, cuya amenaza logró que el gobernador saliera de su habitual estilo para emplazar públicamente al lomense con el recordado cafè en el BaPro de nulos resultados.
Esta importancia no era desconocida por el diputado ni por su mentor mediático Marcelo Tinelli que para cerrar trato ponían condiciones políticas inaceptables para la conducción del FR. El combo sin embargo era más que tentador para el massismo. lograr arrancarle el virtual candidato en la PBA alFpV más el poder mediático de Tinelli en el mismo paquete es un bocado apetecible siempre y cuando el precio no sea ceder liderazgo y poder de decisión.
No faltaron en este culebrón operaciones por los medios como lanzar por Clarín el armado de un partido propio para negociar los porotos desde una posición de fuerza, ni esta nota de Rosario Ayerdi en Perfil con selfie incluída con un grupo de intendentes de Los Oktubres como el germen del armado del tinellismo territorial que llevaría el diputado al massismo coronando su pase.
El mismo jueguito histérico venía erosionando a Sergio Massa por lo que el precio de la incorporación ya se venía pagando antes de que se concrete. Todo esto llevó al massismo a cortar las negociaciones y a mandar emisarios a los medios a despegarse de la figura de Insaurralde.
Termina así el culebrón del garrochazo, al menos en esta etapa.
Insaurralde parece querer volver sobre sus pasos aunque creemos que no le será gratis este juego de meses que comenzó en el mismo momento post electoral con el envío de senales por medio de fotos con el tigrense que anticipaban lo que iba a ser su próximo destino.
Pero ha fallado.
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